El miércoles nos desayunamos con la renuncia del canciller Castañeda y la posibilidad que Luis Ernesto Derbez sea el nuevo secretario de Relaciones Exteriores, a quien describe Tim Weiner del New York Times, como “el desapercibido Secretario de Economía y exfuncionario del Banco Mundial” o dicho de otra forma, Mr. X.
Sin ser fan de Castañeda, al que se le considera demasiado protagónico, con desplantes y berrinches; no se puede dejar de reconocer que es un académico brillante, preparado y respetado internacionalmente, algo que lo sitúa al mismo nivel de cualquiera de los secretarios de Estado en los Estados Unidos; y menciono este país, porque nos guste o no es el que importa. ¿Qué habrá atrás de esta renuncia? Pocos políticos son tan controvertidos como él, tan respetados y odiados.
Se comenta en todos los medios informativos que se va a la Cámara como diputado plurinominal, con el encargo de sacar adelante las reformas legislativas que se requieren para que Fox cumpla con los compromisos adquiridos durante su campaña, de esa manera Castañeda hará lo que más le gusta, ser el protagonista central de la bancada panista en la próxima legislatura y desde ahí construir su próxima candidatura. Definitivamente sabe lo que quiere, así lo comentó cuando estuvo aquí en Torreón, todavía presumiblemente perredista, “se debe apoyar al que tenga más posibilidades de ganar” y así fue, apoyó a Fox, ganó y fue Canciller, pero tiene prisa y aún sin lograr metas definidas en la Secretaría de Relaciones, ya le atrae algo nuevo, renuncia y se va.
Ahora Derbez, cuatísimo de Fox y titular de los “Amigos” ocupará el cargo, sin la menor experiencia política y diplomática, quien, según sus declaraciones considera el TLC injusto y se puede asumir buscará su trascendencia histórica, renegociando el tratado. ¿Cuánto le costará a México la inexperiencia del nuevo canciller? En el mejor de los escenarios, la parálisis de las exportaciones-importaciones, renegociar lo ya negociado, también permitirá a los negociadores de Estados Unidos tratar de mejorar sus ventajas, el problema del campo mexicano no les quita el sueño, les garantiza mano de obra abundante y barata. De todas las promesas de Fox la única que hasta ahora ha cumplido es la de mandar muchos jardineros de mojados.
Una vez más, en esta ocasión por motivo del TLC, las decisiones en materia de cambios y orientación política es la opinión pública. Los políticos de todas las naciones hacen uso de las encuestas, se llega inclusive a las tracking polls, sondeos diarios y de esa forma se busca ir orientando la política y sobre la marcha ir tomando las decisiones, lo grave es que las encuestas definen los programas de gobierno y esto permite a los gobernantes eximirse de responsabilidades porque las decisiones las tomó la ciudadanía. La Presidencia ha desvirtuado totalmente la función real de estos ejercicios.
Las encuestas vistas de este modo, son herramientas contrarias al liderazgo, porque no se usan como información, sino para determinar políticas, que desgraciadamente en muchos casos sólo van acompañadas de campañas de mercadotecnia para modificar dichos resultados. Que la educación es muy mala, una campaña publicitaria y punto. Un verdadero líder no es un seguidor de encuestas, sino el que a través de la persuasión conduce al pueblo por el camino que él considere mejor y logra apegarse a sus proyectos y planes de gobierno, ya que las encuestas dan el mismo peso a los que están informados y a los que no lo están y carecen de una discusión racional, el argumento ganador se impone sólo por mayoría, cosa que resulta en muchos casos una tragedia.
El tratado a muchos productores perjudica, pero a otros beneficia y fue firmado hace casi una década ¿Quién va a ser el mago que logre que todos salgan beneficiados? ¿Derbez? No, porque viene del Banco Mundial y ahí no son hermanas de la caridad, ¿Usabiaga? Menos, es difícil encontrar alguien más insensible y falto de manejo político, que encima demuestra un profundo desprecio por el campesinado asegurando que sólo necesitan trabajar más, la pobreza, por sí, no sabe el Secretario, se debe a mil razones, no es tan sencillo. Hasta ahora no se ha visto una propuesta creativa, seria y viable. El problema del campo debe considerarse prioritario y nos afecta a todos. ¿Cuál es la opinión del Consejo Nacional Agropecuario? ¿Por qué Usabiaga no se apoya en ellos y los consulta y con la capacidad de convocatoria que se supone tiene, les pide un pacto ciudadano con los campesinos, capacitándolos, orientándolos? Que no digan que no los dejan gobernar, no saben y no pueden, punto.
La renuncia de Castañeda en estos momentos es muy desafortunada, ya que en caso de que los Estados Unidos aceptara la renegociación del capítulo agropecuario, se requiere alguien que sea un personaje respetado por sus contrapartes, además informado y con experiencia; el riesgo que implica lanzar al ruedo a un negociador novato en este campo, es enorme y puede tener consecuencias catastróficas, pero la ambición del ex canciller, no puede esperar.
Se demuestra una vez más la falta de liderazgo y la torpeza del Presidente; el país está entrando en un proceso de ingobernabilidad como resultado de funcionarios inexpertos y un Presidente superfluo, que sin proyecto real y siendo producto de la mercadotecnia, su prioridad sea hacer feliz a Marta. Lástima que la mercadotecnia no logre inventar bienestar. Ya nada más falta que diga “y yo por qué”.