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NAYAF, IRAQ.- Cientos de miles de iraquíes convergieron ayer en Nayaf para rendir tributo al ayatola Mohammed Baqir al Hakim, quien murió el viernes pasado en esa ciudad junto con otras 82 personas a causa de un atentado.
La procesión llegó a Nayaf después de un recorrido de tres días por el sur de Iraq, durante los cuales el féretro del clérigo fue llevado a diversos santuarios antes del entierro, como prescribe la tradición shiita.
Los gritos de los dolientes invocaban a Hakim y a su hijo Hussein, ambos muertos durante los primeros siglos del Islam, en luchas de poder por el liderazgo de los musulmanes, y cuyas suertes los shiitas oprimidos interpretan como parábolas sobre la injusticia a manos de gobernantes.
“Oh Hussein, oh Hakim, que sus asesinos perezcan en el infierno”, cantaban varios hombres jóvenes en la ciudad santa de Najaf que saltaban alterando pies, al compás del rítmico cántico.
“Alá es lo más grande, la traición ha llegado al padre de Hussein”, gritaban otros, algunos agitando copias del Corán mientras el camión que conducía el ataúd, rodeado por clérigos con turbantes negros y blancos, se acercaba al santuario de Alí.
El cuerpo de Al Hakim fue inhumado en la ciudad, situada a 180 kilómetros al sur de Bagdad, en la mezquita de Alí.
La tradición shiita demanda que las exequias de un clérigo de alta jerarquía sean conducidas por un igual, pero debido a las preocupaciones por la seguridad no está claro si alguno de los cuatro prominentes dirigentes shiitas de la ciudad estará presente en el entierro.
Guardias de seguridad iraquíes tomaron el control de Nayaf, y soldados estadounidenses han acumulado suministros médicos y hecho preparativos para cualquier contingencia.
Reportes de la ciudad señalan que las tensiones son elevadas tras el ataque que costó la vida a Al Hakim, que la coalición internacional encabezada por Estados Unidos atribuye a seguidores del ex líder iraquí Saddam Hussein o a extranjeros vinculados con la organización Al Qaeda.
Una cinta atribuida a Hussein, y transmitida este lunes por la televisora árabe Al Yazira, negó la participación del depuesto líder o de sus seguidores en el atentado.
Expertos estadounidenses están analizando la grabación para determinar si en verdad se trata de la voz de Hussein.
La Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) ha sido convocada para ayudar en las pesquisas del ataque de Nayaf, que ocurrió justo después de que el ayatola Al Hakim acabara de pronunciar un sermón para los servicios religiosos del viernes.