EFE
DALLAS, EU.- El mito de John F. Kennedy, el presidente asesinado ayer hace 40 años, perdura con más fuerza que nunca en este aniversario del magnicidio, que sigue siendo fuente de dolor y fascinación en la memoria de los estadounidenses.
Y es que la figura de JFK, uno de los presidentes más carismáticos que ha tenido este país, conjuga el magnetismo de las grandes personalidades con la mística que generan las muertes trágicas y tempranas.
Más aún por el aura de misterio que sigue rodeando al asesinato, cuyas circunstancias exactas nunca se aclararon y que sigue arrojando una gran interrogante sobre la sociedad estadounidense.
Dallas, la ciudad de Texas donde ocurrió el asesinato, vivió ayer una jornada agridulce, en la que el dolor del episodio se mezcló con el emotivo recuerdo y el cariño hacia Kennedy.
Miles de personas pasaron por la Plaza Dealey, el lugar del atentado, y depositaron flores, mensajes o banderas en la famosa X blanca que marca el lugar aproximado donde se encontraba el automóvil presidencial cuando ocurrieron los disparos.
“Recordaré el asesinato y los acontecimientos que le siguieron toda mi vida”, declaró uno de los presentes.
Mientras, en el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia), en las afueras de Washington, varios miembros de la familia del presidente, entre ellos su hija, Caroline, y su hermano, el senador Edward “Ted” Kennedy, acudieron a la tumba del presidente.
Tras la salida de la familia, el Cementerio Nacional, donde EU entierra a sus héroes, abrió la puerta a un público muy numeroso que acudió a la famosa sepultura, ante la que arde una llama permanente.
Estados Unidos “todavía echa en falta” a Kennedy, “cuya memoria todavía trae orgullo a nuestro país y un sentimiento de pérdida que desafía el paso de los años”, dijo el presidente George W. Bush, en un comunicado.
Eran las 12:30 de la tarde hora local del 22 de noviembre de 1963 cuando Kennedy, que entonces tenía 46 años y viajaba en un Lincoln descubierto, recibió dos disparos.
Todavía hoy, un 75 por ciento de los estadounidenses están convencidos de que hubo más de un asesino dentro de una auténtica conspiración.
El trágico episodio sigue marcando a los estadounidenses con la pregunta “¿Qué estabas haciendo cuando dispararon contra Kennedy?”.
Decenas de millones de personas han vuelto a echar esta semana mano a sus recuerdos para volver a rememorar esos momentos.
Y aunque la gran mayoría de los habitantes de EU ni siquiera había nacido cuando JFK fue asesinado, para ellos la figura del presidente sigue siendo también una fuente de interés.
El magnicidio cimentó aún más la llamada “maldición de los Kennedy”, debido a las trágicas circunstancias que han rodeado la muerte de muchos miembros del clan familiar, tanto antes como después de los acontecimientos de 1963.