Reuters
TEHERÁN, IRÁN.- Cientos de militantes islámicos, policías y jóvenes pro-democracia tuvieron efrentemientos violentos ayer en las calles cercanas a la Universidad de Teherán, en el aniversario de los disturbios estudiantiles de 1999.
Un testigo dijo que la policía lanzó gases lacrimógenos contra grupos de jóvenes cerca del campus universitario y que también se enfrentaron a puñetazos con militantes islámicos para evitar que chocasen con los jóvenes.
Anteriormente, los testigos dijeron que militantes islámicos armados se habían apoderado de tres líderes estudiantiles tras una rueda de prensa en la que anunciaron que habían cancelado las protestas para recordar los disturbios de hace cuatro años.
Las autoridades habían prohibido manifestaciones fuera de los campus universitarios, clausurado residencias estudiantiles, aplazado los exámenes de verano y advertido que serían estrictas ante cualquier alteración, tras haber arrestado en junio a 4,000 personas durante diez noches de protestas, a veces violentas, en todo el país.
“Tras la conferencia de prensa, cuando algunos de nuestros amigos querían salir, unos hombres armados con ropa de civiles atacaron a los estudiantes y secuestraron a tres miembros de la Oficina para Consolidar la Unidad”, dijo Matin Mehkini, un líder estudiantil.
Otros testigos dijeron que unas 15 personas armadas con pistolas y con “walkie-talkies”, vistiendo los ropajes de militantes islámicos, empujaron a la policía uniformada que trataba de intervenir y metieron a los tres estudiantes en coches que esperaban.
“No podemos decir que se trató de arrestos, fue un secuestro”, dijo Meshkini. Los otros estudiantes se encerraron en la Oficina para Consolidar la Unidad, la organización principal de los estudiantes, temerosos de su seguridad. Horas más tarde salieron tras recibir garantías del jefe de la policía de Teherán de que no serían atacados o arrestados.
“Creímos que si nos quedábamos les íbamos a dar un pretexto para una confrontación peor con los activistas estudiantiles”, dijo Meshkini.
Los estudiantes dijeron que cancelaban las protestas ante la oficina de las Naciones Unidas en Teherán y una manifestación en el campus universitario, por temor a la reacción de las fuerzas de seguridad y tras una llamada a la calma de cinco parlamentarios reformistas cercanos al movimiento estudiantil.