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México, DF.- La pobreza extrema, la marginación y el rezago demográfico afectan a más de doce millones de indígenas diseminados en pequeñas microrregiones del territorio nacional, señaló el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En un estudio realizado con motivo del Día de las Poblaciones Indígenas, que se celebró ayer, el organismo de la Secretaría de Gobernación (SG) indicó que el sector indígena conforma una población históricamente excluida de los beneficios del desarrollo nacional.
“En el comienzo del nuevo siglo, los indígenas siguen padeciendo con mayor intensidad las desventajas y vulnerabilidades relacionadas con la explotación de tierras de bajo rendimiento y la práctica artesano-manufacturera mal retribuida por la sociedad, así como la menor cobertura de servicios esenciales en sus lugares de residencia”, expuso.
Para identificar los municipios habitados de manera mayoritaria por indígenas e indagar las condiciones de marginación ahí prevalecientes, el Conapo formó cuatro grupos de municipios: “indígenas”, donde 70 por ciento o más de los residentes de cinco años o más habla alguna lengua indígena.
También “predominantemente indígenas”, donde entre 40 y menos de 70 por ciento habla alguna lengua indígena; “con fuerte presencia indígena”, donde entre 10 y menos de 40 por ciento de sus residentes domina alguna lengua indígena y “municipios”, donde menos de diez por ciento es hablante dengua indígena.
De acuerdo con el Conapo, vistas en el contexto nacional, las cifras revelan que de un total de 386 municipios identificados en 2000 con grado de marginación muy alto, 209 son indígenas, o dicho de otra forma: más de la mitad de los municipios marginados son indígenas.
La incidencia de una alta marginación también sobresale en los municipios predominantemente indígenas, donde 57 tienen grado de marginación muy alto y 106 alto; 18 tienen grado de marginación medio, tres grado de marginación bajo y dos muy bajo.
“Como puede verse, los indígenas conforman una de las poblaciones más marginadas de México”, reiteró el organismo.
Por ello, planteó, uno de los retos más desafiantes para la planeación del desarrollo regional y la política de población es definir estrategias y aplicar programas que impulsen un desarrollo con equidad y fortalezcan la justicia distributiva con la atención prioritaria a quienes padecen las desventajas más significativas.
El Conapo concluyó que “la mejoría del entorno económico y social de sus municipios, así como de su equipamiento y dotación de infraestructura, contribuirá de manera poderosa a reducir las vulnerabilidades de las poblaciones indígenas”.