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WASHINGTON, EU.- El secretario de Estado Colin Powell, ante la firme oposición de varios países europeos a una guerra contra Iraq, declaró ayer que otras naciones lucharían al lado de Estados Unidos aun sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Yo no creo que debamos preocuparnos de tener que ir solos”, dijo Powell, cuando Francia y Alemania reafirman su reticencia al uso de la fuerza. “Yo estoy seguro que será una coalición fuerte”. agregó.
El secretario británico de Relaciones Exteriores Jack Straw, que se reunió con Powell en el Departamento de Estado, dijo que “todavía hay maneras en que esto puede resolverse pacíficamente”.
Pero Straw, en clara respuesta a los escépticos europeos, señaló que los 15 miembros del Consejo que aprobaron unánimemente en noviembre una resolución que autoriza la búsqueda de armamento “sabían lo que decían” cuando advirtieron sobre graves consecuencias a Iraq.
Powell enfatizó que el incumplimiento de desarme de Iraq es “un desafío que debe ser enfrentado”.
El desacuerdo entre Estados Unidos y algunos de sus aliados podría arriesgar el esfuerzo para un consenso cuando los supervisores presenten, las semana entrante, el informe de 60 días de investigaciones, y el Consejo de Seguridad considere las medidas futuras.
La Casa Blanca trató de minimizar la disputa cuando el vocero Ari Fleischer dijo que “el presidente (George W. Bush) confía en que Europa escuchará el llamado”. Sin embargo, Fleischer reconoció que “es totalmente posible que Francia no esté dispuesta”.
Para demostrar que Washington no está solo, dijo que Bush agradeció a Australia por enviar fuerzas por cielo, mar y tierra a la región del golfo Pérsico.
Bush también habló con el presidente ruso Vladimir Putin en relación con Iraq, informó Fleischer, sin dar detalles.
Según el Kremlin, Putin dijo a Bush que “el principal criterio” para evaluar la situación deben ser los hallazgos de los inspectores de armamento.