por Jorge Rodríguez Estrada
el siglo de torreón
Torreón, Coah.- Luego que un elemento de la Policía Ministerial fue detenido en relación a una riña registrada la noche del jueves en las afueras de una cantina de la privada Cinco de Mayo, donde resultó herido de bala un albañil, el afectado otorgó el perdón, ya que no quiere “broncas” con dicho elemento.
Así fue como lo manifestó Juan Pedro de la Rosa Martínez, de 22 años de edad, vecino de calle Héroe de Nacozari número 200 de la colonia Ermita de Lerdo, Dgo., al ser entrevistado por El Siglo de Torreón.
De entrada, el trabajador de la construcción declaró que no fue Sandro Barrón Carrillo, de 35 años, agente de la Policía Ministerial, quien desenfundó la pistola y le hizo el disparo, sino el acompañante de éste, Francisco Torres Santibáñez, de 25 años.
Sin embargo dijo que este último manifestó también ser elemento de la Ministerial y ambos se comportaron en forma prepotente cuando tuvieron el altercado a eso de las 23:20 horas en las afueras de la cantina “El Bambino”, ubicada en la privada Cinco de Mayo de la zona Centro.
El problema se suscitó cuando luego de haber estado libando por espacio de varias horas en dicho antro, el afectado decidió retirarse, coincidiendo al salir con Sandro Barrón Carrillo y Francisco Torres Santibáñez.
Juan Pedro llevaba en su espalda una mochila en cuyo interior sobresalían los manubrios que compró para su bicicleta y accidentalmente golpeó al agente de la Ministerial que de inmediato le reclamó el incidente de manera altanera y provocativa.
En cuestión de segundos se hicieron de golpes, interviniendo la hermana del albañil, María Antonieta, de 32 años, que trabaja en “El Bambino”, quien además azuzó a varias de sus compañeras para defender a su familiar.
Debido a la superioridad numérica, Francisco Torres Santibáñez –según asegura Juan Pedro—, sacó el arma de fuego con la que le hizo un disparo, hiriéndolo en sedal en el brazo izquierdo.
Posteriormente arribaron uniformados de Seguridad Pública y detuvieron a quienes se dijeron “servidores públicos”, que resultaron con golpes en diferentes partes del cuerpo.
Temor fundado
Tras reiterar en repetidas ocasiones que el ministerial, Barrón Carrillo, no fue quien traía la pistola, una escuadra Taurus, cromada, calibre nueve milímetros, Juan Pedro dijo: “No quiero broncas con el oficial y por eso vengo a otorgar el perdón”.
Sin embargo, la actitud mostrada por el afectado, dejó entrever la posibilidad de estar encubriendo al servidor público, que con la promesa de pagarle los gastos médicos y además darle una gratificación, lo mejor era desistirse de su denuncia. Sencillo en su hablar, Juan Pedro de la Rosa Martínez afirmó de nueva cuenta que no quería “broncas”.