El miércoles 12 de febrero, el Club Rotario de Torreón en una asamblea especial de sus asociados, entregó la Medalla “Paul Harris” al padre David Hernández García, S.J., de la Compañía de Jesús, ceremonia muy emotiva, tomando en cuenta las palabras de nuestro compañero Luis Carlos Reyes García, quien tuvo a su cargo hacer la remembranza de la fructífera vida del sacerdote, especialmente para nuestra región Lagunera.
En otra ocasión lo habíamos llamado “El padre espiritual de la región”, por el basto contacto que tuvo a través de múltiples generaciones de jóvenes laguneros, hoy profesionistas, que indudablemente llevan los valores que él ha enseñado con la palabra y con la obra.
Sin haber nacido en la región, esta tierra lo adoptó como un hijo predilecto después de su ordenación sacerdotal en Barcelona España.
Sus obras son muchas, van desde los estratos más humildes con el trabajo campesino en las cajas de ahorro, pasando por el Centro de Investigación y Acción Social (C.I.A.S) de gratos recuerdos. Estuvo de director y constructor de Casa Iñigo, asesor de la escuela Técnica Industrial de Torreón, fundador de la obra promoción rural ejidos Torreón, promotor y asesor de la Escuela Secundaria y Preparatoria Carlos Pereyra, fundador y constructor de la Universidad Iberoamericana, -Plantel Torreón-.
También tiene realizaciones muy importantes fuera de la región como lo es la fundación de la Universidad Iberoamericana, -Plantel Santa Fe-, la fundación de la Casa de Loyola en la ciudad de Guadalajara, para estudiantes de escasos recursos económicos.
En los últimos años, en la dirección de Relaciones Públicas de la Universidad Iberoamericana, ha tenido un gran número de actividades para engrandecer esta gran casa de estudios, tanto en crecimiento físico, como de actividades de investigación y culturales, que nos han llevado hasta nuestras raíces; baste recordar el ambicioso programa “Papeles de Familia”.
Ha luchado como nadie por la participación política de los ciudadanos, ha abierto los foros de discusión y de propuestas en forma imparcial y ecuánime, buscando activar el papel de la sociedad tan importante en estos tiempos de cambio, en suma, su actividad la ha dirigido para hacer de la democracia una realidad vivida.
En los últimos meses, con la vehemencia que lo caracteriza y en conjunto con un grupo de ciudadanos comprometidos con su comunidad, ha insistido en una nueva Casa de la Cultura para los torreonenses, que está por cristalizar con el apoyo del Gobierno del Estado.
Realmente el padre David Hernández García ha sido un gran sacerdote jesuita que nos enorgullece a todos los laguneros, y ahora reconocemos en su actuar el verdadero significado del lema de su orden religiosa: “Alabanza al que lucha”.
Padre, que Dios le prodigue su salud y le de mucho tiempo, especialmente entre nosotros. “Sembremos la semilla del amor”.
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