“Angélica (Aragón) es una mujer que llena la pantalla”. Margarita Gralia
Mirada de mujer, la original, fue más que una telenovela: se convirtió en un verdadero fenómeno social. Su historia fue entretejiéndose con la vida cotidiana de los mexicanos. Los desplantes de Ignacio San Millán (Fernando Luján), el marido infiel y prepotente; la relación amorosa de su esposa, María Inés (Angélica Aragón), con Alejandro Salas (Ari Telch), un joven que podía ser su hijo; y las locuras de Paulina (Margarita Gralia), la mujer dispuesta a romper todos los esquemas de comportamiento social, se volvieron tema cotidiano de conversación en la clase media urbana de nuestro país.
Hoy, a cinco años del final de la historia, Mirada de mujer está de regreso. Ignacio es el mismo viejo roñoso de siempre, aunque conserva en el corazón algún cariño por María Inés. Alejandro Salas ya no es tan joven, pero sigue mostrando esos destellos de buen humor que le ganaron el amor de María Inés. Mamalena, la madre de María Inés, protagonizada por una estupenda Evangelina Elizondo, sigue haciendo esfuerzos por imponer una moral convencional de clase media en su dispersa familia. Y María Inés es todavía esa mujer que, como la Nora de Casa de muñecas de Ibsen, busca construir su independencia en un mundo que busca restringirla.
Revivir a los personajes de Mirada de mujer tenía riesgos enormes. La sabiduría popular declara que nunca segundas partes fueron buenas. Mirada de mujer, el regreso no pretendía ser simplemente una nueva versión de un viejo guión de éxito: la idea era retomar a los personajes cinco años después y continuar con su saga. Pero esa secuela debía llevarse a cabo sin la creatividad del productor original Epigmenio Ibarra, sin la elegancia de la dirección escénica de Antonio Serrano y sin la maestría en el montaje de Hernán Vera.
La primera muestra del esfuerzo la vimos este lunes. Mirada de mujer, el regreso es una obra de buena factura bajo la producción general de Elisa Salinas. El guión, de Luis Felipe Ybarra, cumplió con la compleja tarea de llenar los huecos de los cinco años en la vida de los protagonistas y de enganchar al público en las nuevas historias. Los actores que se han integrado al elenco, como Héctor Bonilla en el papel del doctor Jerónimo Cárdenas, nuevo esposo de María Inés, y Patricia Llaca, como la novia de Alejandro Salas, son de primer nivel.
Uno de los grandes temores en la nueva novela era la dirección de escena desmereciera. Antonio Serrano hizo una labor realmente magnífica en la Mirada original, pero Raúl Quintanilla no desmerece. El capítulo que se difundió el lunes tiene un lenguaje estético propio: abre con un largo plano secuencia y continúa con escenas de cuidado ritmo en que la cámara se mueve discreta pero permanentemente. No hay la sucesión close-ups con que los directores de telenovelas resuelven rápidamente sus escenas. Tampoco vemos un lenguaje visual rebuscado.
No todo fue perfecto en la primera emisión. Tener un primer capítulo de hora y media sin cortes fue un error. Hora y media es la duración de un largometraje que se rueda en dos meses contra el día o dos de un capítulo de telenovela. El interés de la trama decayó después de la primera hora, aunque se recuperó después. Por otra parte, tuve la impresión de que la historia no terminaba en un momento natural, como si se le hubiera pegado al primer capítulo una parte del programa del día siguiente para alargarlo.
El público, sin embargo, no compartió mis objeciones. El rating del primer capítulo fue de 23 puntos (cada punto es uno por ciento de los televisores del país), mucho mayor que las primeras emisiones de la Mirada original, mientras que en las clases medias (A, B y C) ascendió a 26 puntos. Ayudó al rating el que la transmisión no haya tenido cortes comerciales; pero la novela se enfrentaba al lanzamiento de Amor real, la nueva versión de Bodas de odio de Televisa (que dio 26 puntos en una hora y con comercialización habitual).
Habrá que ver si el interés y la calidad de Mirada se mantienen a lo largo de los meses, cuando el trabajo se vuelve tedioso y la presión por terminar los minutos de cada día vuelve loco a cualquiera. Pero para los mexicanos lo importante será que la telenovela siga trayendo a la mesa de discusión los temas fundamentales del cambio social que estamos viviendo.
Cavallo
La Suprema Corte rechazó el amparo del argentino Miguel Ángel Cavallo frente a su extradición a España, donde se le acusa de tortura, genocidio y terrorismo. Con esta decisión la Corte acepta que un país (España) puede tener jurisdicción para juzgar a criminales de otro país (Argentina) por crímenes cometidos en su propio país.
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