HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Originalmente no había estrellas en el cielo. Nada más había estrellas en el mar.
Cierto día una de ellas salió a la superficie de las aguas y vio el cielo. Aquella inmensa comba le pareció un gran mar. Pero ese mar no tenía estrellas.
-¡Pobrecito mar! -exclamó la estrella de mar mirando al cielo-. ¡Se ha de sentir muy solo sin estrellas!
Así dijo, y se elevó hasta llegar a las alturas. Otras la vieron allá arriba y la siguieron. Bien pronto hubo tantas estrellas en el cielo como en el mar.
Pasaron muchos años, y aquella historia se olvidó. Ahora las estrellas del cielo creen que las del mar son su reflejo. Por su parte las estrellas de mar piensan que las del cielo son las almas de las estrellas marinas que murieron.
¡Hasta mañana!...