Horacio M. Marchand es un empresario, y es además un soñador.
Corrijo: es un soñador, y además es un empresario.
En un tiempo en que no pasa una semana sin que cierre en México alguna librería, Horacio se dispone a abrir una en Monterrey, acogedora y bien surtida. Se llamará Libeko, nombre sugeridor de los dos goces que encontrarán ahí los visitantes: buenos libros y buen café.
Muchos sitios muy gratos tiene Monterrey para deleite del cuerpo y del espíritu. Libeko está dentro de Holimaga, por Constitución, y es un precioso lugar para la lectura y la charla ante una taza de café. Estas tres cosas -la conversación, un libro, el cafecito- están entre las mejores de la vida. Los espíritus tutelares de las buenas acciones amparen ésta de Horacio M. Marchand, empresario y soñador. Más bien dicho, soñador y empresario.
¡Hasta mañana!...