HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor hizo a los árboles: al viejo encino y al misterioso roble; al ciprés cinerario y al empinado pino; al chopo de Machado y al baobab de Daudet; al ombú, también llamado bellasombra, al llorador sauz...
El Señor hizo a los árboles, y los árboles hicieron al mundo un mejor mundo. Le dieron su aire claro, su fresca sombra; le dieron la madera de su tronco y su preciado fruto. Los hombres, sin embargo, pagaron mal la generosidad de los árboles. Los talaron, los quemaron, los destruyeron en tal forma que a punto estuvieron de acabar con ellos.
El Señor, lleno de compasión, miró a los árboles y les dijo:
-De haber sabido lo que los hombres iban a hacer con ustedes, no los habría hecho.
-¿No nos habrías hecho a nosotros? -preguntaron los árboles con desolación.
-No -precisó el Señor-. No los habría hecho a ellos. A los hombres.
¡Hasta mañana!...