Este mi tío abuelo fue a la Revolución. Lo hizo, me contó una vez, porque no había trabajo, y porque su novia terminó con él para casarse con otro hombre.
Fue maderista; luego anduvo con Pancho Villa por tierras de Coahuila. Tenía 22 años. Era muy bueno con el rifle -desde niño había sido cazador-, y dio cuenta de una docena de enemigos tirándoles desde muy lejos. "-Pero una vez -narraba- tuve a uno muy cerca. Le vi la cara, y no le pude disparar".
Cayó en una batalla herido de bala en el pecho. "Cuando estaba caído alcé la vista y vi frente a mis ojos una flor. Era una flor del campo, pequeñita. La estuve viendo durante todo el tiempo, hasta que me recogieron. El mismo día que pude caminar volví a mi casa".
Este mi tío abuelo vio una pequeña flor, y en ella vio la vida. Por eso dejó la guerra, que es la muerte. Por eso volvió a su casa, que es la vida.
¡Hasta mañana!...