Me habría gustado conocer a Nicholas Philip Trist, político y diplomático norteamericano.
Hay un retrato de él en Charlottesville, Virginia, el sitio de su nacimiento. Ahí aparece el joven Trist como un lord Byron, la romántica melena alborotada.
A Trist le correspondió negociar en nombre de Estados Unidos el tratado con México después de la guerra del 47. Injusta fue esa guerra expansionista, y Trist lo supo. Escribió estas palabras doloridas: "... Si los mexicanos hubieran podido ver dentro de mi corazón, se habrían dado cuenta de que la vergüenza que sentía yo como norteamericano era mucho más grande que la que sentían ellos como mexicanos...".
Alejandro Sobarzo, el biógrafo mejor que en su país y el nuestro ha tenido Nicholas Philip Trist, dice que fue un defensor de México, y lamenta el olvido de que es víctima.
Me habría gustado conocer a Trist. Pertenecía a la especie de hombres que escuchan la voz de su conciencia por encima de cualquier otra voz.
¡Hasta mañana!...