Preguntó Hu-Ssong a sus discípulos:
-¿En cuántas casas vive un hombre?
Los estudiantes se desconcertaron, pues no entendieron la pregunta. Sin embargo uno de ellos respondió:
-En una, maestro. Cada hombre vive en una casa.
-Te equivocas -le contestó el filósofo-. El hombre y su familia viven en una casa, sí, la suya. Pero viven también en otra, que es la ciudad en donde habitan. También ésa es su casa. Y viven en una tercera todavía: la Tierra, que es la casa común de todos los humanos.
Y concluyó Hu-Ssong:
-En tres moradas reside cada hombre, y en tres pasa la vida: la suya propia, su ciudad y el mundo.
Entonces los discípulos supieron que su maestro decía la verdad: tres casas tiene el hombre. Si de una no cuida bien, las otras sufrirán.
¡Hasta mañana!...