HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Larga y afanosamente trabajó el Señor haciendo a Adán.
(Después haría a Eva. Por eso, por la práctica que adquirió haciendo al hombre, la mujer le salió mucho mejor).
Cuando acabó de hacer a Adán quiso el Señor buscar una opinión.
Llamó al animal que estaba más cerca y le preguntó qué le parecía el hombre.
El animal examinó detenidamente a la nueva criatura. Luego, con mucha franqueza, dio su opinión.
Y es fecha que la hiena no acaba todavía de reírse.
¡Hasta mañana!...