Variación opus 106 sobre el tema de don Juan.
En el drama romántico don Juan se salva: un arrepentimiento de último minuto le abre las puertas de la eterna bienaventuranza.
Tirso de Molina, en cambio, hace que el seductor vaya al Infierno. En efecto, ahí está don Juan. Pero no por sus culpas y pecados, según afirma el clásico. La verdad es que originalmente don Juan fue al Cielo. Ahí le dijo San Pedro con interés ansioso:
-¡A ver, cuenta, cuenta!
-Amigo mío -le respondió don Juan-. Un caballero nunca cuenta nada.
San Pedro, molesto al no ver satisfecha su curiosidad, le cerró entonces las puertas del paraíso. Por eso don Juan fue a los infiernos. Ahí está todavía, callado y orgulloso. Lo miran desde el Cielo las mujeres que sedujo, le agradecen su silencio, y se enamoran más de él.
¡Hasta mañana!...