Salió el sol, como si fuera la primera vez que aparecía sobre el mundo. Una semana teníamos ya sin verlo. Llovizna y niebla; otoño con anuncios ya de invierno... Y ayer amaneció radiante el día, igual que debe haber amanecido la creación. Un cielo azul por unanimidad y un sol jubiloso y amarillo, como pintado por Van Gogh.
Todos los días se inaugura la Tierra, nuestra tierra. Cada mañana es una regia inauguración. Todo se vuelve nuevo con el nuevo día. La esperanza que ayer murió hoy vuelve a renacer, igual que el sol, que ayer se nos ocultó y hoy aparece recién estrenado.
Verano, otoño, invierno... Si vemos bien las cosas aprenderemos que a fin de cuentas todo es primavera. Algún día nosotros también seremos otra vez -igual que otras mil veces hemos sido- una regia inauguración.
¡Hasta mañana!...