Los vecinos de una colonia rica alegaban que el fraccionamiento donde estaban sus casas era un sitio sujeto al régimen de propiedad privada. La gente que por ahí pasaba, en cambio, decía que nadie podía estorbarles el uso de la calle, pues era del dominio público.
Los vecinos se juntaron y decidieron arreglar el asunto por sí mismos. Pensaron que una cadena puesta de uno a otro lado del acceso les garantizaría su tranquilidad. Y la pusieron. Esa misma noche un adolescente de la colonia, que iba en moto, pasó por ahí. No sabía de la cadena, y no la vio. La cadena lo golpeó en el rostro y lo hizo venir al suelo. Horas después el chamaco falleció en un hospital.
Ahora sí la tranquilidad de los vecinos se afectó bastante.
¡Hasta mañana!....