Me habría gustado conocer a Christian, rey de Dinamarca. Cuando los nazis ocuparon este país, en la Segunda Guerra, emitieron un decreto por el cual todos los judíos debían llevar prendida al pecho una estrella de David. Así los identificarían para mandarlos luego a los campos de concentración. El rey danés se puso él mismo esa estrella, y ordenó que todos sus funcionarios la llevaran. Los nazis, desconcertados, no pudieron llevar adelante su propósito. Así el rey Christian salvó del Holocausto a miles de judíos.
Me habría gustado conocer a Christian. Para hacer el bien desafió al mal. Fue un buen rey. Pero fue, sobre todo, un hombre bueno. Eso es mejor.
¡Hasta mañana!...