HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
El Señor hizo el oro.
¡Qué hermoso quedó el oro, brillante como sol en la mano, cálido como el verano, suave como la piel de una mujer!
Luego el Señor hizo el incienso.
¡Qué hermoso fue el incienso, azul gris, gris azulado de color de sus volutas que se alzaban al cielo como una incorpórea catedral!
Luego el Señor hizo la mirra.
¡Qué hermosa aquella mirra. Lágrimas hechas perfume, cristal embalsamado, cristalino bálsamo.
Adán vio todo lo que el Señor había hecho, y preguntó:
-¿Por qué, Señor, hiciste el oro, el incienso y la mirra?
Y respondió el Señor:
-Porque no quiero arriesgarme a que el día de mañana me vayan a regalar puras corbatas.
¡Hasta mañana!...