Malbéne, controvertido teólogo, ha desarrollado en los años recientes una ironía que ciertos observadores consideran poco filosófica. En su último artículo para "Iter", prestigiada revista lovaniense, Malbéne pone estas palabras:
"Si alguien critica al cristianismo provoca escándalo. Pero si alguien practica verdaderamente el cristianismo provoca más escándalo".
Razona Malbéne: "El cristianismo es el amor absoluto, y todo lo absoluto es difícil de alcanzar. Tenemos entonces una especie de cristianismo light, acomodado a la medida de nuestras posibilidades. Y como nuestras posibilidades son muy pocas, nuestro cristianismo es también muy poco".
Hay quienes tachan de pesimista al viejo maestro de Lovaina. Yo creo que no lo es. Lo demuestra la enigmática frase con que termina su conocido ensayo "Sobre la esperanza": "... Y sin embargo el hombre, que empezó en Dios, terminará también en Dios...".
¡Hasta mañana!...