Misterio más grande no ha inventado ninguna teología: Dios toma la condición del hombre a fin de hacer que el hombre se eleve hasta llegar a Dios.
No poca cosa debe ser el hombre si mereció de Dios tan grande don: el de sí mismo. Al asumir la condición humana Cristo afirmó la dignidad del hombre, merecedor de que por él haga renuncia Dios de su divina condición.
En estos días de regalos no olvidemos el gran regalo, el del Dios hecho hombre que se regaló a nosotros y se sigue regalando cada día a todo aquel que lo quiere recibir. Gran misterio es éste de la Encarnación. Misterio más grande no ha inventado ninguna teología. Ni más bello.
¡Hasta mañana!...