M I R A J E S
L U N E S
De vez en cuando los gobernantes deberían tomar un tomo de historia universal. Y mientras más gobernantes sean mejores consejos encontrarían, de eso que no les quepa la menor duda.
Por ejemplo, cuenta la historia que Pericles, en su lecho de muerte, estaba rodeado de sus fieles amigos. Todos comentaban lo mucho bueno que Pericles había hecho por su patria. Uno hablaba de la magnificencia de los edificios, otro de la economía, otro del florecimiento de las bellas artes.
Pericles, aunque ya moribundo, les escuchaba. Pidió que le ayudaran a incorporarse y les dijo:
- Os olvidáis lo único que de veras he conseguido para mi patria: la paz. Bajo mi autoridad nadie en Atenas ha tenido que llevar luto por mi culpa.
Estas palabras de un gobernante moribundo debiera releerlas Bush, el gobernante más poderoso de la tierra, y que hoy se empeña en lograr todo lo contrario. Pues, una guerra no sólo llevaría la muerte a los iraquenses, haría víctima de ella a su propio pueblo. Si le indignan los miles que murieron en las torres gemelas, ¿cómo podría justificar el que para vengarlos hiciera morir a otros tantos de los suyos?
Esto hace pensar que la tenacidad para obtener el voto universal para la guerra, es sólo para compartir con todos los países tan grave cargo, tremendo para él solo.
M A R T E S
Siguiendo sobre lo mismo, aunque a lo mejor todo esto para el domingo, como decía Arturo de Córdova: no tenga ya la menor importancia, y en la guerra nuestros vecinos estén ya metidos hasta el encuentro, las noticias de ayer hablaban de que el propio presidente Bush había vuelto a insistirles tanto a Fox como a Ricardo Lagos, mandamás de Chile, que no lo dejaran solo, es decir que el presidente norteamericano no tiene nada de torero, y en el ruedo que se va a meter quiere verse acompañado de la mayor cantidad de peones de brega que le sea posible.
Parece ser que la lista de los reacios se la dividen entre el señor Bush y Colin Powell, su secretario de Estado, a quien ya se le queman las habas por comenzar a echar tiros, tiros y bombas y todo lo que tiene sin estrenar su ejército; sin embargo, a él le tocó convencer a China que le entren contra Saddam Hussein y en eso anda por Pekín. Pero, como su jefe siga sin decidirse a declarar la guerra que los dos quieren, y autorizarlo a gritar: ¡Fuego!, a mi se me hace que va a acabar hablando en chino. Por lo pronto, nada podrá ocurrir antes del viernes 7 de Marzo, después que los inspectores de armas informen sobre su comisión.
Ojalá estos aplazamientos sirvan para que Hussein encuentre una solución a su futuro como la que, hasta el momento le ha servido a Bin Laden para volverse algo así como el hombre invisible, porque no hay hombre que valga la muerte de miles por mantener su poder.
M I É R C O L E S
Leonardo Rodríguez Alcaine, heredero de don Fidel en la CTM ha anunciado que sus huestes iniciarán un boicot contra los productos importados.
Es posible que dicho boicot sea tardío. Debió haberse declarado desde que nació la CTM. Pero, al parecer, don Fidel nunca lo entendió así, ni hoy lo entiende don Leonardo.
Digo, el comprador no es tonto. Y tantos compradores como tienen ciertos productos de importación, no han podido estar equivocados durante tantos años en que los han venido adquiriendo una y otra vez, como para preocupar ahora a don Leonardo y su gente.
Entonces, el boicot es razonable y hasta tardío. Como digo, debió haber comenzado desde hace años y mantenerse por siempre. Pero, claro, el boicot a que me refiero no es el que los cetemistas piensan sino un boicot con productos cada día mejor hechos. Hacer verdad el viejo lema de:
“Lo hecho en México está bien hecho”, que en muchos productos – los que se quejan de la competencia – no lo es. Lamentablemente, todavía se siguen fabricando productos que no enorgullecen a quienes los fabrican, ni al empresario ni al obrero. Ese es todo el problema. Y ese es el único boicot que vale la pena realizar con toda el alma. Cualquier otro tipo de boicot no pasa de ser un trapo caliente sin futuro.
J U E V E S
Xanto fue un filósofo, acaso desconocido ahora, si no hubiese comprado un día en un mercado de esclavos a nada menos que a Esopo.
Un día Xanto bebió más de lo que debía, y comenzó a apostar. Apostó su cadena de oro y su casa a que sería capaz de beberse toda el agua del mar. Por supuesto, una apuesta de ese tipo no faltó quien la aceptara.
Al día siguiente, cuentan, cuando el dueño de Esopo se dio cuenta de la estupidez que había hecho, pidió consejo a su esclavo para salir bien librado del caso. Esopo le dijo que lo acompañaría y que lo dejara hacer.
Llegó el día de realizar lo apostado y se juntó mucha gente a la orilla del mar. El competidor de Xanto ya tenía sus muebles en la calle, para meterlos en la casa de Xanto tan pronto como el filósofo perdiera la apuesta.
Llegó Xanto, acompañado por Esopo, y su competidor le grito: - ¡Ahí tienes el mar! ¡A ver cómo te lo bebes!
Esopo puso las cosas en su debido punto. Preguntó: - ¿Qué dijo mi dueño que bebería?
- Toda el agua del mar.
- ¿Y el agua de los ríos?
- No. Sólo la del mar.
- Pues, cerrad el paso al agua de los ríos, y cuando estén todos cerrados, mi dueño beberá el agua del mar.
Incapaz de cerrar el agua de los ríos, su competidor no pudo ganar.
V I E R N E S
Habían tardado. Son de los que dicen: tarde, pero seguros. Los humoristas negros, o acaso color de hormiga, si es que este color es peor que aquél. Me refiero a aquellos que no se detienen ante nada con tal de asustar al prójimo y ellos pueden ver las consecuencias.
Habían tardado, pero, el miércoles aparecieron en nuestra ciudad.
Me refiero al, o a los que, el último miércoles se comunicaron a una tienda departamental para decirles que dentro de su negocio estaba una bomba que estallaría a las 20 horas.
Tal comunicación movió a los grupos de seguridad pública de la ciudad y al propio Ejército Mexicano, mientras el causante, o los causantes, de este alboroto se doblaban de la risa en alguna esquina o dentro del grupo de curiosos que veían todo aquel movimiento sin explicárselo.
No sé qué habrá pasado al respecto. Si todos se conformaron al haber descubierto que no había tal bomba ni tal peligro, o si siguieron investigando la llamada telefónica que según entiendo, no es muy difícil de perseguir, para poder seguirle la pista a los humoristas negros.
Si hubiera sido verdad lo de la bomba el resultado hubiera sido trágico; pero, vamos, tampoco deja de serlo la broma dada por sólo divertirse a costa de los demás. Debiera hacerse hasta lo imposible por descubrir a los causantes de ella para castigar a los bromistas. No se valen bromas de esa naturaleza, que pueden infartar a alguien.
S Á B A D O
Cuentan de Picasso que un joven pintor le pidió consejo para llegar a ser alguien como pintor. Y Picasso le preguntó si veía algo con los ojos cerrados. El aspirante le dijo que no sabía; que no estaba seguro.
- Pues, asegúrate le dijo Picasso. Cierra los ojos y, si ves algo, píntalo.Y si te sale algo bueno, ya está.
Un vendedor de cuadros cuenta que un pintor le llevó un día una tela de Picasso para que intentara venderla. Como se la ofreció barata, se la compró. El pintor le aconsejó que, antes de venderla la enseñara al propio Picasso, para asegurarse de su autenticidad. Se la enseñó a Picasso y éste le dijo enseguida, que era una falsificación.
Otro día volvió el vendedor del cuadro con otros Picassos, y su comprador le dijo lo que Picasso había dicho del cuadro anterior. El vendedor protestó. Dijo que el propio pintor le había regalado varias, que él vendía porque necesitaba dinero. Total que para aclarar aquel lío, todos fueron a ver a Picasso llevando los cuadros con ellos. Y cuando le explicaron de qué se trataba, les dijo que todos tenían razón, pero que él era el primer falsificador de Picassos.
Y D O M I N G O
Yanquis no; gringas sí. ALI CHUMACERO.