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MIRAJES

Por Emilio Herrera

POSTALES CAMINERAS

¡Las cosas, estimados lectores y respetables autoridades, que nos quedan por conocer, aprender y hacer en beneficio del prójimo!

En Tafalla, pueblo cercano unos pocos kilómetros a esta capital, Pamplona, celebraron ayer el Día del Abuelo invitando a comer a 470 jubilados. Esto de comer se dice pronto y, entre nosotros, más pronto aún se sale del compromiso; pero, déjame decirte lo que les dieron: “Entremeses fríos y calientes, consomé, cordero asado con ensalada, tarta, helado, vino, cafés, licores y cava. El costo por platillo, convertido su costo a pesos nuestros, andaría entre 200 y 250 pesos, por aquello de los vinos y licores libres. No obstante lo cual, uno de los asistentes comentaba que “Lo mejor no era tanto la comida y la bebida sino el buen rato que pasaban todos ellos juntos.” Lo que quiere decir que, no obstante poder hacerlo, nadie se aprovechó de esa libertad.

La comida fue ofrecida no por cualquiera sino por un prestigiado restaurante que desplazó a aquel pueblo a 28 personas entre cocineros y meseros. Junto con los jubilados se sentaron a su mesa la alcaldesa y sus concejales.

Algo como esto no estaría mal, una vez al año, si no para los jubilados, para los del DIF. Esta comida se sirvió, por supuesto, al aire libre, bajo la sombra de los árboles de la calle.

Por lo demás, en estos pequeños pueblos según llega la fiesta de sus santos patronos, hacen sus fiestas de toros a semejanza de los de la Capital, corriéndolos por su calle principal entre sus jóvenes que van delante de ellos no dejándose alcanzar, y otros atrás tratando de alcanzarlos.

Casi por último, hoy quiero decirte que apenas si he visto policías o agentes de tránsito, pero sí un tráfico muy ordenado, como sí aquí nadie tuviera prisa de llegar a alguna parte, o como si todos tuvieran la educación necesaria para, sin necesidad de ellos, obedecer por propio convencimiento de que es lo mejor las reglas elementales de tránsito.

Cuando abandone estos pueblos me llevaré la envidia de sus jardines y camellones llenos de flores.

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