GÓMEZ PALACIO, DGO.- Después de varios años sin sufrir ninguna modificación, la Ley para el Control de Bebidas con Contenido Alcohólico del Estado de Durango, se adecua a las nuevas necesidades sociales: ahora las licencias y autorizaciones para la venta de bebidas embriagantes, serán personales e intransferibles.
Además la reforma obliga a los Ayuntamientos –una vez publicada en el Periódico Oficial del Estado- a adecuar sus propios reglamentos de alcoholes para empatarlos con la nueva Ley; tendrán un plazo de 60 días.
Un beneficio más es que ya no será facultad exclusiva de la Comisión de Alcoholes de cada Ayuntamiento, otorgar los permisos para la venta de bebidas embriagantes, pues ahora será responsabilidad del Cabildo en pleno autorizarlos o no.
José Antonio Meraz Noriega, regidor panista e integrante de la Comisión de Alcoholes, señala que a la Comisión de Gobernación le fueron turnadas para su estudio y dictamen correspondiente, iniciativas de decreto presentadas por el Presidente Municipal de Durango y por diputados del Partido Acción Nacional, con el objetivo de crear una nueva Ley para regular el control en la expedición de permisos y licencias de alcoholes.
La Ley actual que regula esta materia fue aprobada mediante el decreto 358 de la Quincuagésima Novena Legislatura del Estado, en fecha 13 de julio de 1994 y fue publicada en el mismo año, dicho decreto sólo ha tenido una modificación en su artículo ocho mediante el decreto 307 de la Sexagésima Legislatura en 1997. La última se realiza el 10 de junio de 2003, sólo falta su publicación en el Periódico Oficial del Estado.
En consecuencia, dice Meraz Noriega, la nueva legislatura otorga amplias facultades para ejercer el control en la comercialización y el consumo de las bebidas con contenido alcohólico. La Ley establece características especiales que deben contener las licencias y autorizaciones para la venta de estos productos, además de precisar que las mismas serán personales e intransferibles.
Se trata de buscar regular con mayor precisión, las condiciones que deben cumplirse para el establecimiento de las negociaciones que comercializan bebidas con contenido alcohólico, procurando alejarlas de las instituciones educativas, de salud y de culto público, así como de los establecimientos febriles, entre otros.
“Fue aprobada por unanimidad, no ha sido publicada en el Periódico Oficial del Estado, obviamente no se ha elevado al rango de Ley, pero es cuestión de tiempo, hay cosas buenas que hay que mencionar que ayudarán a mejorar la salud pública en el Estado”.
Es un paso trascendental, dice, que las licencias de alcoholes sean personales e intransferibles, porque no se podrán vender ni traspasar, menos ceder, de lo contrario serán canceladas de acuerdo al artículo 24 de la nueva Ley para el Control de Bebidas con Contenido Alcohólico del Estado de Durango.
“Será un fuerte golpe para las personas que se han dedicado a estar negociando con las licencias de alcoholes, se podrán meter en cintura”.
Además las reformas obligan a todos los Ayuntamientos del Estado a disponer de un plazo de 60 días a partir de su publicación en el Periódico Oficial para reformar o actualizar sus reglamentos de alcoholes y poder empatarlos con la nueva Ley.
Lagunas
Según el regidor, José Antonio Meraz Noriega, existen algunas lagunas que los legisladores no tomaron en cuenta para reformar la Ley para el Control de Bebidas con Contenido Alcohólico del Estado de Durango. En primer lugar no se considera la posibilidad de cancelar las licencias que no son refrendadas a tiempo.
Otra observación es al artículo 34, fracción dos, donde se refiere al cambio de domicilio de los negocios donde se expenden bebidas embriagantes, se señala que tendrán derecho a solicitarlo cuando por causa posterior a su establecimiento se coloque en algunas de las hipótesis del artículo 34 que se refiera a las prohibiciones donde no se pueden reubicar estos negocios, pero no especifica a detalle en qué casos sí se puede solicitar y en qué no.
“También otra cosa que me parece importante señalar es que en lo que se refiere al número de licencias que están en poder de las compañías cerveceras, es decir de las personas morales y el número de licencias que están en manos particulares, no se determina ni porcentajes ni el número de licencias que deberán tener en su poder tanto las personas morales como las físicas”.
Debió haber quedado en la Ley, considera, para evitar monopolios, porque es una situación que ya se vive a nivel regional. “Otro aspecto es en relación a la tragedia donde perdieron la vida unos jóvenes de Torreón que vinieron a comprar cerveza a Gómez Palacio, es importante que nos sentemos a la mesa los tres Municipios para poner en orden la homologación de los horarios con el fin de evitar que se convierta en un grave problema de salud pública a nivel regional”.