Carecen de áreas privadas en donde las víctimas narren los hechos en que se vieron involucradas; presunto violador quedó libre
TORREÓN, COAH.- “¿Quiere que le cierre la puerta para que tenga privacidad en su entrevista?”, preguntó de manera irónica un agente del Ministerio Público de la Agencia Investigadora en Delitos de la Familia y Discapacitados de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, Delegación Laguna I.
Están molestos. El pasado 30 de abril de 2003, El Siglo de Torreón publicó la Crónica Urbana “La privacidad es lo de menos”, donde se narra el calvario de una menor abusada sexualmente a la hora de interponer la denuncia. De nada le sirvió, su victimario está libre: la jueza alega una mala integración en la averiguación previa.
Ese día, la menor –de apenas 13 años- sufrió el martirio de contar ante más de una persona la manera en que fue violada. Sus declaraciones eran interrumpidas constantemente por el personal de la Agencia Investigadora del Ministerio Público, pues tenían más cosas qué hacer.
La madre de la pequeña tenía razón cuando le decía a los presentes: “Es la segunda vez que acudo a presentar la denuncia y no resuelven nada, mi yerno va a quedar libre y mi hija va a sufrir toda su vida por lo que le hizo”.
Quienes esperaban su turno para interponer una denuncia, pudieron escuchar todo lo que Itze dijo. Se enteraron que su cuñado la emborrachó para violarla, que aprovechó que su hermana se fue a la tienda y que nada pudo hacer para defenderse.
Alejandra Calderón Flores, secretaria del Ministerio Público –quien le tomó la declaración a Itze el 29 de abril de 2003- también está molesta. Asegura que no es su culpa la falta de privacidad en la Agencia del Ministerio Público, pues la estructura de la oficina no lo permite.
“En buena onda respeto tu trabajo, pero me gustaría que te estuvieras aquí todo el día para que veas la cantidad de gente que tenemos, primero hablé con la niña en un privado pero la computadora está afuera, aquí la tengo que interrogar, para eso me pagan a mí”.
Y añade: “a lo mejor lo que nos falta son mejores instalaciones, nos falta más equipo, desgraciadamente no tenemos la privacidad necesaria, pero esperemos que pronto se solucione cuando construyan un nuevo edificio”.
El pasado lunes, la Jueza Cuarta Penal, negó la orden de aprehensión a Eduardo García Espinosa, presunto responsable de haber violado a la menor, pues alegó que hubo una mala integración en la averiguación previa.
Sin embargo, Alejandra Calderón Flores se defiende y niega que haya habido fallas en la integración: “nosotros estamos sorprendidos, estábamos seguros que iban a girar la orden de aprehensión, es absurda esta negativa. A nosotros como Ministerio Público nos ponen en un papel como si nosotros tuviéramos la culpa”.
Los jueces, dice, son quienes deciden y se están poniendo de parte de los violadores, por eso se interpondrá el recurso de apelación. “Ahora está de moda que suelten a los asesinos y a los violadores y resulta que los malos de la historia somos nosotros”.