Con la muerte de Vieira de Mello suman 17 las víctimas mortales del ataque ocurrido en Bagdad.
19 agosto 2003
BAGDAD, (Reuters) - El representante de las Naciones Unidas en Bagdad, el brasileño Sérgio Vieira de Mello, murió junto al menos otras 16 personas cuando un camión bomba explotó el martes junto a la sede de la ONU en Bagdad, dijeron funcionarios.
El portavoz jefe de la ONU, Fred Eckhard, confirmó en Nueva York que Vieira de Mello, quien tenía 55 años, no sobrevivió a las heridas luego de permanecer horas bajo los escombros del edificio.
Decenas de personas también resultaron heridas, muchas de gravedad, debido a la detonación de lo que un funcionario de seguridad dijo en Bagdad pareció ser un camión cargado de explosivos conducido por un atacante suicida.
Un funcionario de la ONU dijo que la oficina de De Mello pareció ser el blanco del ataque.
Varios heridos y cadáveres estaban atrapados debajo de los escombros varias horas después del atentado, cuando ya comenzaba a oscurecer en Bagdad. Nubes de humo negro se elevaban en el cielo y los equipos de rescate se afanaban por rescatar a los heridos.
"Es una tragedia, creo, no sólo personal sino también un revés político para la misión de la ONU", dijo a la prensa el portavoz principal de la ONU, Fred Eckhard.
Sin embargo el organismo mundial aseguró que no se retiraría de Bagdad.
La semana pasada el Consejo de Seguridad dejó a un lado las diferencias sobre la invasión estadounidense dirigida a derrocar a Saddam Hussein y estableció una nueva misión para coordinar su labor, fundamentalmente humanitaria, en Irak.
Nadie se atribuyó de inmediato el ataque, como tampoco en el atentado de hace dos semanas contra la embajada de Jordania en Bagdad, cuando un camión bomba mató a 17 personas.
Las fuerzas de ocupación estadounidenses dicen que militantes musulmanes o partidarios de Saddam Hussein podrían haber colocado la bomba para desestabilizar la administración de Washington en Irak.
Un embajador de la ONU calificó el ataque del martes de "abominable acto de terrorismo" que exigía una muestra de fuerza como respuesta.
"La explosión fue causada por un enorme camión bomba", dijo Bernard Kerik, un oficial de la policía en Bagdad. "Tenemos evidencia que sugiere que pudo haber sido un ataque suicida".
Al igual que la embajada jordana, las instalaciones de la ONU en el hotel Canal serían un blanco relativamente fácil en comparación con los fortificados puestos militares estadounidenses alrededor de Irak.
El canciller de Brasil, Cejo en un comunicado que el gobierno "condena con vehemencia el acto terrorista perpetrado hoy contra las instalaciones de las Naciones Unidas en Bagdad, que resultó en varios muertos y heridos".
"Es motivo de repulsa" que la oficina de la ONU fuera "escogida como blanco de un atentado cobarde en momentos en que presta servicios inestimables a los iraquíes y a la comunidad internacional", agregó.
DESTRUCCION Y ESFUERZOS DE RESCATE
El edificio blanco del ataque alberga numerosas agencias de la ONU, con alrededor de 300 empleados. Fue la base de los inspectores de la ONU durante la larga búsqueda de las presuntas armas de exterminio masivo de Hussein.
"Súbitamente hubo una explosión y todo se derrumbó", relató Fouad Victor, un empleado de la ONU que se encontraba dentro cuando se produjo la explosión, a las 16.30 horas locales (1230 GMT).
Imágenes de televisión tomadas en el interior del edificio mostraron a un hombre ofreciendo una conferencia de prensa cuando todo se oscureció al compás de una enorme explosión. Luego se vio a la gente aterrorizada envuelta en una gran nube de polvo, algunos con los rostros ensangrentados.
Algunos trabajadores, sangrando, fueron trasladados por soldados estadounidenses. La ONU no tiene presencia militar en Bagdad. Un británico salió del edificio con un portafolio y la cabeza vendada.
Varios heridos fueron trasladados en helicópteros.
Las Naciones Unidas están desempeñando un papel limitado en el Irak de posguerra, cuyo control civil y militar descansa en las fuerzas invasoras lideradas por Estados Unidos.
Ambulancias y helicópteros llegaron rápidamente al lugar, mientras los equipos de rescate trabajaban denodadamente para sacar sobrevivientes de entre los escombros, desafiando el peligro de muros tambaleantes y el humo que cubría el lugar.
De Mello usó celular para pedir ayuda bajo escombros
REUTERS
El representante especial de la ONU en Irak, Sérgio Vieira de Mello, utilizó su teléfono celular para pedir ayuda tras quedar atrapado entre los escombros de su oficina en Bagdad, destruida el martes por una explosión, informaron medios de prensa brasileños.
De Mello, un diplomático brasileño, estaba entre las decenas de heridos por la explosión en la sede de la ONU en la capital iraquí, que dejó al menos 13 muertos.
La radio CBN dijo, citando a una asesora de De Mello en Ginebra, Luciana Mancini, que el representante de la ONU había sido rescatado de entre los escombros y llevado a un hospital.
La agencia de noticias Estado divulgó una declaración del jefe de gabinete del gobierno, José Dirceu, quien dijo que De Mello había utilizado su celular para llamar a las autoridades iraquíes mientras estaba bajo los escombros de su oficina.
Dirceu dijo que esta información fue conocida en una reunión especial entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.
Un funcionario de la ONU dijo que parecía que la oficina de De Mello fue el blanco del ataque.