Investigan a integrantes de pandillas que se reúnen en los alrededores del Cerro de la Pila
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Boca abajo, abrazando las piedras del cerro de la Pila, quedó el cuerpo de un joven que con saña fue lapidado y herido con un balazo en la espalda. El homicidio se desprendió de una riña entre el occiso y un grupo de “amigos” de la colonia 15 de Diciembre.
Con la cabeza destrozada con los golpes de dos piedras del tamaño de un melón, fue encontrado el cuerpo sin vida de Francisco Ramírez Escobedo de 25 años, quien tenía su domicilio provisional en la colonia Cinco de Mayo.
El occiso al parecer vivía solo, no tenía pareja sentimental y casi no contactaba a sus padres que están divorciados desde hace tiempo. Los familiares que lo identificaron, no pudieron proporcionar mayores datos, ya que no frecuentaban al joven y sólo atendieron el llamado de unos vecinos.
Julio Alejandro Silva Jiménez, agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud de las Personas de la mesa dos, informó que la causa de la muerte fue traumatismo de cráneo, destrucción de bóveda craneana y hemorragia externa producida por proyectil de arma de fuego.
Según el certificado médico, Francisco primero fue lapidado en repetidas ocasiones por sus agresores hasta provocarle la muerte e inmediatamente después recibió el balazo en la espalda para rematarlo.
En las primeras investigaciones, los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Ministerial, están buscando a los integrantes de las pandillas o grupos de jóvenes del sector que acostumbran reunirse por las noches a tomar y consumir drogas en las faldas del cerro.
Entre las líneas de investigación, se tiene conocimiento que el joven también conocido como “El Paco”, vivió un tiempo en la citada colonia y ahí tenía varios amigos con los que acostumbraba departir los fines de semana.
Con este informe, el Ministerio Público, tiene la certeza en la hipótesis de que los presuntos homicidas de Francisco Ramírez eran conocidos y amigos, ya que el móvil del asesinato se derivó de alguna diferencia o pelea durante su “velada”.
Después del levantamiento del cuerpo, el cadáver fue trasladado al anfiteatro de la Subprocuraduría de Justicia, donde fue identificado el joven por sus tíos maternos, José Antonio Rueda y María Escobedo Rodríguez.
La movilización de la Policía Ministerial es intensa con el fin de llevar comparecientes y detectar testigos de los hechos para de esclarecer el asesinato en el menor tiempo posible.