TORREÓN, COAH.- Tras varios días de agonía, un menor de siete años de edad murió a consecuencia de las graves lesiones que sufrió durante un accidente automovilístico ocurrido el pasado 30 de abril, en el que también perdiera la vida su abuelita. No se ha detenido al responsable.
Michelle Martínez Prado, de siete años, dejó de existir luego de permanecer internada en el Hospital General de Zona No. 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social. Tenía traumatismo cranoencefálico y estaba policontundida.
Según la información proporcionada por María Guadalupe López Martínez, secretaria abogada de la Mesa Uno, Coordinación “B”, del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, el percance sucedió el 30 de abril a las 20 horas, en la confluencia de avenida Juárez y bulevar Águila Nacional.
De oriente poniente por la avenida Juárez, circula el Volkswagen, modelo 1973, conducido por Éricka Patricia Prado Rodríguez, de 29 años de edad, domiciliada en avenida Corregidora No. 2422 oriente. La acompañaban su madre, Patricia Rodríguez Beltrán, sus dos pequeñas hijas, Michelle y Alejandra Martínez Prado y su sobrino David.
Al llegar con el cruce del bulevar Águila Nacional, se atraviesa una camioneta Ford, que impacta fuertemente al mini auto en su parte delantera derecha, ocasionando que varios de sus tripulantes resulten lesionados.
Patricia Rodríguez Beltrán es levantada por la Cruz Roja pero momentos después deja de existir por las graves heridas que sufrió, en tanto que las dos menores son llevadas al Seguro Social para su atención médica.
El responsable de la colisión aprovecha la confusión y logra escapar, pero son detenidos sus acompañantes, quienes se negaron a proporcionar el nombre de su amigo. Los tres andaban bajo los influjos del alcohol.
Fue Michelle quien debido a los golpes recibidos durante el choque, la que resultó más grave, por lo que personal médico del hospital se esforzó por salvarle la vida, quedando truncos sus esfuerzos la madrugada del domingo cuando se notificó a sus familiares que a las 2:30 horas dejó de existir.
Sus padres Éricka Patricia Prado Rodríguez y Miguel Santiago Martínez Arredondo, ambos de 29 años de edad, se encargaron de la identificación judicial de su cadáver, que se trasladó al anfiteatro para la necropsia de ley.