WEIDENSTETTEN, ALEMANIA, (SUN-AEE).- Un perro sin dueño que entró intempestivamente en un aprisco de Weidenstetten, en el suroeste de Alemania, causó tal oleada de pánico entre los animales que dormían apaciblemente que 18 corderos se murieron del susto, según la policía local.
Según la policía, el perro entró la madrugada de ayer en el aprisco y mordió a cuatro de los 60 antes de salir corriendo.
No es la primera vez que ocurre esto en ese lugar: hace unos meses 217 corderos delicados de corazón sucumbieron a la impresión que les causó otro perro al entrar por sorpresa en el mismo lugar.