Reuters
TEL AVIV, ISRAEL.- Dos atacantes suicidas palestinos mataron a 23 personas e hirieron a más de 100 en explosiones ocurridas una tras otra ayer en un abarrotado distrito del centro de Tel Aviv, dijeron la policía y los servicios de emergencia israelíes.
Las explosiones sacudieron la vieja estación de autobuses y un cercano centro de compras con dos minutos de diferencia, y dejaron cuerpos sin vida entre las ruinas de las tiendas, mientras varias personas huían con miedo en una zona frecuentada por trabajadores extranjeros en la mayor ciudad de Israel.
Un grupo militante palestino reclamó la responsabilidad. La Autoridad Palestina calificó el hecho de un ataque “terrorista”.
Helicópteros israelíes dispararon al menos tres misiles contra blancos en Ciudad de Gaza ayer, tras los atentados, dijeros testigos.
Palestinos en Ciudad de Gaza dijeron haber visto varios helicópteros volando sobre sus cabezas y luego los misiles impactando los blancos. No hubo informes preliminares de víctimas.
El ejército israelí no hizo ningún comentario inmediato al respecto.
“Las personas que escogieron este lugar querían causar el resultado más terrible. Lo que hemos visto hoy es que el terrorismo palestino está tratando de matar al mayor número de personas posible”, dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Benjamín Netanyahu, en la escena de los atentados.
Estos ataques suicidas son los primeros de su tipo en seis semanas y se registraron antes de las elecciones generales del 28 de enero en Israel, cuando se disputará, entre otros, el cargo de primer ministro.
Los ataques se registraron en un momento en el que la seguridad parece una cuestión clave para muchos israelíes dos años después del reciente levantamiento palestino.
El grupo militante palestino Brigadas Al Aqsa reclamó la responsibilidad de los atentados.
El canal de televisión Al Jazeera, de Qatar, mostró un comunicado firmado por el grupo — el ala militar de la facción Fatah del presidente palestino Yasser Arafat — e idenficó a los atacantes como Boraq Abdel Rahman Halfa y Saber al-Nouri, de Naplusa.
El comunicado indicó que los hombres habían provocado las explosiones para vengarse de la destrucción de casas palestinas, agregó el canal de televisión, pero no dio más detalles.
Un canal de televisión con sede en Líbano dijo con anterioridad que el grupo Yiha Islámica había reclamado la responsabilidad, pero un oficial del grupo militante palestino dijo que no había ninguna declaración oficial.
El 21 de noviembre, un joven militar se inmoló al hacer estallar una bomba que llevaba asida a su cuerpo y causó la muerte de 11 personas en un suburbio de Jerusalén.
Las explosiones de ayer siguieron a amenazas de revancha hechas por grupos militantes palestinos tras la muerte de sus compañeros en incursiones del ejército israelí en Cisjordania la semana pasada y una serie de demoliciones de casas pertenecientes a familias de los militantes.
Funcionarios estadounidenses han estado llamando a ambos bandos a refrenarse, para ayudar a Washington a preparar el terreno en el Oriente Medio para una posible guerra para desarmar a Iraq.
“Tuvimos una doble explosión; dos atacantes suicidas se volaron en pedazos. La diferencia de tiempo (entre una explosión y otra) fue muy cercana”, dijo en el escenario de los hechos el portavoz de la policía nacional, Gil Kleiman.
El gobierno de extrema derecha israelí ha acusado constantemente a la Autoridad Palestina de incitar o no poder detener a los atacantes suicidas, pero el organismo palestino ha negado las aseveraciones y un funcionario palestino de alto rango condenó el derramamiento de sangre en Tel Aviv.
“La Autoridad Palestina reitera su posición de condenar la muerte de civiles, ya sea israelíes o palestinos”, dijo el ministro de gabinete palestino Saeb Erekat, un cercano ayudante de Arafat.
“Hemos estado urgiendo a la comunicad internacional a ayudar a detener la escalada israelí contra el pueblo palestino, que condujo a la muerte de más de 20 palestinos en los últimos diez 10 días”, dijo a Reuters en Cisjordania.