26 septiembre 2003
BAGDAD, (Reuters).- Ocho iraquíes murieron anoche por la explosión de un mortero en un mercado de la localidad iraquí de Baquba, mientras que un soldado estadounidense falleció tras ser alcanzado por una granada en Kirkuk, informó el ejército de Estados Unidos.
Un portavoz militar dijo que se desconocía quién llevó a cabo el ataque en el mercado, cometido el jueves por la noche. Baquba está en la región del "triángulo sunita", un foco de ataques contra fuerzas estadounidenses y de apoyo al líder derrocado Saddam Hussein.
En el segundo ataque, además de un soldado muerto, otros dos resultaron heridos en la localidad petrolera de Kirkuk, en el norte de Iraq, tras ser alcanzados por fragmentos de una granada propulsada.
Un portavoz dijo que el ataque tuvo como objetivo el vehículo de los soldados y ocurrió alrededor de las 11:00 de la noche del jueves.
Este ataque eleva a 80 el número de soldados estadounidenses muertos en ataques posteriores a que Washington declarara el fin de las acciones combativas el 1 de mayo. Estados Unidos responsabiliza a los seguidores de Saddam Hussein y a los activistas extranjeros de los ataques.
El ejército de Estados Unidos dijo que otro soldado murió en un incendio en un edificio abandonado cerca de Tikrit el jueves por la noche. Añadió que el incidente era investigado.
El jueves por la mañana, una bomba en un hotel de Bagdad utilizado por la cadena de televisión estadounidense NBC mató a un guardia somalí. El día anterior, una bomba dirigida contra una caravana estadounidense explotó junto a dos autobuses civiles y murió un iraquí.
El lunes, un suicida hizo explotar su vehículo cerca de la sede de las Naciones Unidas en Bagdad y murió también un guardia de seguridad.
Este último ataque y el realizado el 19 de agosto, en el que murieron 22 personas, entre ellas el jefe de la misión, Sergio Vieira de Mello, llevaron a la ONU a anunciar el jueves la retirada de 19 de sus 105 empleados internacionales en Iraq.
Antes del ataque de agosto, había unos 600 empleados internacionales trabajando en Iraq, apoyados por alrededor de 4.000 empleados iraquíes.