Cristchurch (Nueva Zelanda)(EFE).- Unas ochenta ballenas piloto murieron al quedar varadas en una playa al sur de Nueva Zelanda, mientras que los equipos de rescate intenta salvar a otras 79 que permanecen encalladas, informan hoy los medios locales.
Según indicó el Departamento de Conservación, los cetáceos comenzaron a acudir el pasado lunes a las playas de la Isla de Stewart, a unos 840 kilómetros al sur de Wellington, y el éxodo continuó hasta la tarde del martes.
En estos momentos, unos 300 voluntarias tratan de devolver al mar a las ballenas supervivientes, que a pesar de que sus cinco metros de longitud alcanzan las tres toneladas.
Los expertos, que creen que las labores de salvamento comenzaron demasiado tarde, señalaron que las altas temperaturas están dificultando el rescate.
Portavoces del Departamento indicaron que las ballenas pudieron quedarse varadas por un problema de desorientación, aunque tampoco descartan que estén afectadas por alguna enfermedad o algún tipo de trauma.
Nueva Zelanda es uno de los países con mayor número de ballenas varadas y la Isla de Stewart se ha convertido en los últimos años en un auténtico cementerio de estos mamíferos.
En 1998, cerca de 300 ballenas murieron en las mismas circunstancias en las playas de la isla.