BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Un accidente que dejó dos muertos y cinco heridos de gravedad ensombreció los festejos multitudinarios con los que fue recibido ayer aquí el equipo Boca Juniors a su regreso de Japón, en donde se proclamó campeón de la Copa Intercontinental.
El cuadro que el domingo hizo historia al ganar por tercera vez ese título frente a Milán de Italia llegó a mediodía al aeropuerto de Ezeiza, donde los jugadores abordaron un autobús con el que recorrieron el camino hasta el centro de Buenos Aires.
Miles de simpatizantes se arremolinaron alrededor del transporte desde cuyas ventanas asomaban los futbolistas vestidos con kimonos y con el cabello teñido de azul y amarillo, en alusión a los colores xeneizes.
En una parte de la autopista que conecta el aeropuerto con la capital y por donde aún no pasaba la caravana, un conductor se quedó dormido al volante de su auto y embistió a un grupo de simpatizantes entre los que se encontraba un niño de siete años de edad y un hombre de 25, quienes murieron al instante, mientras que otras cinco personas fueron trasladadas a un hospital cercano con heridas graves.
Los hechos ensombrecieron el tono festivo que cubrió ayer la ciudad, donde la bandera boquense ondeaba en cualquier rincón para recibir al equipo comandado por Carlos Bianchi.
Pese a ser un día laboral, miles de seguidores abandonaron sus deberes para acompañar a pie o con sus autos, el autobús de los jugadores, en una larga caravana que avanzó lentamente hasta el estadio La Bombonera.