Reuters
CISJORDANIA.- Un palestino que llevaba un rifle escondido en una alfombra para orar mató ayer a dos soldados israelíes en un punto de control en Cisjordania, después de enfrentamientos en la Franja de Gaza que obstruían los nuevos esfuerzos por mantener un cese al fuego.
A pesar de que este brote de violencia acabó con una calma relativa, Israel dijo a Estados Unidos en Bruselas que el primer ministro Ariel Sharon se reuniría la semana próxima con su homólogo palestino, Ahmad Korei, para ayudar a revitalizar el estancado plan de paz para Oriente Medio.
Mediadores egipcios sostendrán hoy conversaciones con facciones militantes en Gaza sobre una propuesta de tregua hecha el lunes por el enviado de El Cairo, Omar Suleiman, a Korei y al presidente palestino Yasser Arafat, según un funcionario palestino de alto rango.
El comandante de las fuerzas israelíes en las zonas ocupadas en Cisjordania informó que el agresor palestino se aproximó en las primeras horas de la mañana de ayer a un punto de control en la intersección de una carretera cerca de Belén y abrió fuego con un rifle AK-47 escondido en una alfombra de las que los musulmanes usan en sus oraciones.
"Sólo alcanzó a dos soldados y los mató. El agresor se las ingenió para escapar (...) Probablemente fue para (el pueblo cercano de) al Khader", dijo el general de brigada, Gadi Aizenkot, según un comunicado dado a conocer por un portavoz del ejército israelí.
Las fuerzas israelíes reimpusieron un bloqueo estricto en la región de Belén y penetraron en al-Khader buscando al asaltante.
Grupos de niños palestinos, enfadados porque no pudieron ir a la escuela, comenzaron a tirar piedras contra los soldados que los dispersaron con gases lacrimógenos.
En la Franja de Gaza, fuerzas israelíes incursionaron poco antes del amanecer en el campamento de refugiados palestinos en Rafah, desatando tiroteos con militantes en los que ocho palestinos resultaron heridos, dijeron paramédicos y testigos.
Según testigos, fuerzas israelíes destruyeron al menos tres casas. Israel ha demolido más de mil 200 viviendas en lo que califica como parte de operaciones contra túneles usados por militantes para el tráfico de armas desde Egipto.
Ningún grupo palestino se ha adjudicado la responsabilidad del ataque contra los soldados israelíes, que constituye la primera agresión mortal contra efectivos de Israel desde la muerte hace tres semanas de tres soldados en un asentamiento judío en Gaza.
Resurge la violencia
La violencia ha resurgido desde que el nuevo gabinete palestino, bajo el liderazgo de Korei, comenzó a funcionar la semana pasada con una promesa de tregua.
Sharon parece estar prestando atención a los pedidos de que suavice la presión en Cisjordania que, según algunos, ha estimulado la hostilidad de militantes radicales contra el proceso de paz.
Sharon dijo el lunes durante una visita en Italia que Israel disminuiría las operaciones militares siempre que se suspendieran los ataques suicidas y otros actos de violencia, dijeron asesores israelíes.
La causa de la última incursión del ejército israelí en Rafah no ha quedado clara. Este incidente precedió por varias horas la emboscada en la que murieron los dos soldados israelíes.
Korei, un destacado político moderado, exhortó a Israel a seguir el curso del cese al fuego y a sostener conversaciones para salvar al plan de paz para Oriente Medio.
"La renovación de nuestros contactos con la parte israelí aún se halla en sus etapas iniciales. Estamos interesados en lograr algo de estos contactos y esperamos que los israelíes se comporten tan serios como nosotros. Les advierto contra medidas tácticas (militares)", dijo.
Después del ataque en el punto de control, funcionarios israelíes acusaron a líderes palestinos de no hacer lo suficiente para frenar a los militantes, como exige el plan de paz que contempla la creación de un Estado palestino para el 2005.