Washington, (EFE).- La muerte de dos soldados estadounidenses registrada al norte de Bagdad eleva a 116 el número de fallecidos desde el 1 de mayo, cuando el presidente George W. Bush proclamó que la guerra de Iraq era una "misión cumplida".
Desde la invasión de Iraq, el pasado 20 de marzo, al anuncio de Bush, a bordo de un portaaviones, de que Estados Unidos había "ganado en Iraq una batalla en la guerra contra el terrorismo", murieron en ese país 115 soldados estadounidenses.
Entre las bajas mortales del conflicto hay algunas debidas a accidentes o a los disparos de las tropas propias en incidentes confusos, pero la mayoría se debió a combates con fuerzas enemigas que, según Bush, componen ahora seguidores del derrocado presidente Sadam Husein y terroristas extranjeros.
Cuando Bush descendió en un avión sobre la pista del "Lincoln" -un portaaviones que retornaba a Estados Unidos desde la zona del golfo Pérsico- sobre la torre de la nave se había colocado un gran cartel con la leyenda "Misión cumplida".
Ahora, mientras siguen cayendo soldados estadounidenses en Irak y la ocupación alcanza un costo de casi 4.000 millones de dólares, la Casa Blanca ha aclarado que aquel cartel lo colocó la Marina de Guerra.
Según la cadena CNN de televisión, a su vez la Marina de Guerra ha explicado que el texto del cartel y su confección se discutió con la Casa Blanca que, además, pagó por hacerlo.
El asunto de las bajas estadounidenses en el conflicto de Irak ha tenido otro giro recientemente cuando algunos medios de prensa objetaron la decisión del gobierno de que no se hagan ceremonias públicas cuando llegan a la base de Dover (Delaware), los restos de los soldados muertos.