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MORELIA, MICH.- Después de una función inaugural que encendió la polémica entre la crítica y la comunidad teatral, la XXIV Muestra Nacional de Teatro (MNT) continúa sus actividades viento en popa en diversos foros de la capital michoacana, donde este fin de semana se presentaron cinco puestas en escena.
Las propuestas escénicas, que comenzaron la noche del viernes con la obra Santísima, versión de Sergio Magaña de la novela Santa, de Federico García Lorca, bajo la dirección de Germán Castillo, continuaron el sábado con el monólogo “Divino Pastor Góngora”, del dramaturgo mexicano Jaime Chabahud.
El telón del Teatro Stella Inda de esta ciudad se abrió para recibir a Héctor Caro, quien realizó un trabajo profesional y con buen ritmo, pese al estigma que pesa sobre ese personaje, otrora interpretado por Carlos Cobos.
Un trabajo perfectible, pero nada despreciable fue el que ofreció Caro durante 80 minutos en el escenario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde mostró su gran capacidad histriónica para abordar una multiplicidad de personajes que van desde los más sencillos hasta los más complicados, tanto femeninos como masculinos.
La siguiente obra en turno ese mismo día fue Camino Rojo a Sabaiba, de Óscar Liera, a cargo del Taller de Arte Teatral de la Universidad Autónoma de Sinaloa (TATUAS), dirigido por Rodolfo Arriaga, quien tomó ciertas libertades que a algunos agradó, aunque también provocó la polémica entre los ortodoxos del teatro.
Con Camino Rojo a Sabaiba, considerada como la obra más importante escrita por Liera, Tatuas retoma después de una década la obra del autor sinaloense, para dar a conocer trabajo a las nuevas generaciones de actores, directores y amantes del teatro.
Con su participación en el Teatro Ocampo de Morelia, la noche de este sábado, Tatuas demostró su presencia escénica, su capacidad histriónica y el porqué es considerado como uno de los grupos independientes más consolidados en el ámbito nacional.
“Los Poderosos Mitos”, de Rodrigo Solo, cuya función se realizó en la sala Silvestre Revueltas de la Escuela Popular de Bellas Artes, enclavada en el corazón de Morelia, cerró el maratón teatral de este sábado, el cual se prolongó hasta después de la media noche, hora en que terminó la función a cargo del grupo “Los de a pie”, procedente de San Luis Potosí.
El domingo la actividad no fue menos intensa. “Más allá del cielo”, del dramaturgo mexicano Sergio Galindo, cautivó al público con la actuación de Alicia Encinas y el autor, quienes encarnan a una pareja de viejitos que ven amenazadas sus vidas y patrimonio al saber que su pueblo será inundado debido a la construcción de una presa.
La obra -extraída de un hecho real- recrea el acontecimiento que tuvo lugar en Sonora en 1963, cuando los pueblos de las postrimerías de la sierra de este Estado (Batuc, Tepupa y Suaqui) fueron sepultados bajo las aguas de la presa Plutarco Elías Calles, mejor conocida como presa El Novillo.
Esta primera jornada de la XXIV Muestra Nacional de Teatro, cerró en el Teatro Morelos con una de las obras cumbres del denominado “teatro del absurdo”, representado por la obra Esperando a Godot, de Samuel Beckett, que estuvo a cargo de la compañía Teatro El Ghetto, que dirige Agustín Meza.
La Muestra Nacional de Teatro cuya XXIV edición se realiza del 21 al 29 de noviembre en Morelia, la antigua Valladolid, promete ofrecer más sorpresas y polémica, pero ante todo un panorama de lo que debería ser el teatro a nivel nacional, además de rendir en esta ocasión un homenaje al dramaturgo michoacano Sergio Magaña.
Piden mantener subsidio
La comunidad teatral que participa en la Muestra Nacional de Teatro hizo un llamado a crear una política nacional que impulse las artes escénicas y a mantener el subsidio “indispensable” para la subsistencia cultural.
Representantes de instituciones públicas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, hablaron sobre la situación del teatro en esas instancias.
Leonel Maciel, subdirector de Artes Escénicas de la Secretaría de Cultura del gobierno capitalino, destacó la falta de participación de la comunidad teatral del Distrito Federal, en torno a la propuesta de crear una Secretaría de Educación y Cultura.
“Creo que como gente de teatro no podemos permanecer callados todo el tiempo, soy el representante de un gobierno ante la comunidad teatral y por lo tanto tengo que responder a estas expectativas y hacer los cuestionamientos que deba a los representantes de la Asamblea, e incluso a mi propio secretario, porque la democracia nos costó”, señaló el subdirector de Artes Escénicas.