Reuters
Nueva York, EU.- Los pedidos de los bienes duraderos fabricados en EU crecieron modestamente en diciembre, mientras que las ventas de casas nuevas aumentaron aun cuando los temores sobre el desempleo y la guerra afligieron al consumidor por segundo mes consecutivo en enero, mostraron ayer varios informes.
Las bajas tasas de interés han alimentado un auge en el sector de la vivienda y algunos economistas han comentado que las ventas de casas podrían estar desafiando la gravedad.
Sin embargo, aunque el costo del crédito está en un nivel mínimo de cuatro décadas, los gastos de las empresas, un factor clave para una recuperación sólida de la economía de Estados Unidos, siguen deprimidos.
?El tema de la guerra necesita resolverse. Las corporaciones actúan con lógica ... y han detenido tanto la contratación como la inversión empresarial hasta que haya pasado la guerra y el riesgo de terrorismo?, dijo John Silvia, jefe de economistas de Wachovia Securities, en Charlotte, Carolina del Norte.
El Departamento de Comercio dijo que los pedidos de bienes duraderos, como los aviones y la maquinaria, aumentaron 0.2 por ciento en diciembre, apoyados por los gastos de defensa, al irse acumulando las nubes de guerra sobre el Golfo Pérsico.
Sin embargo, la lectura fue menor al incremento de 0.9 por ciento que los economistas esperaban y, si se excluye el sector de la defensa, los pedidos disminuyeron 0.2 por ciento, lo que presagia una inversión empresarial tenue en el futuro.
En otro informe, el Departamento de Comercio dijo que las ventas de viviendas nuevas aumentaron en diciembre a un ritmo anualizado de más de un millón de unidades por quinto mes consecutivo.
El incremento fue de 3.5 por ciento, a una tasa de 1.082 millones de unidades, con lo que fácilmente superó los pronósticos de 1.045 millones de unidades, el mismo nivel que en noviembre, según cifras rectificadas.
?Esto demuestra el poder de las tasas de interés bajas. Las tasas cayeron a fines de año, y esto trasladó a más gente a una casa?, dijo Kevin Logan, economista senior de Dresdner Kleinwort Wasserstein.
Un tercer informe, del grupo privado de investigación empresarial The Conference Board, mostró que su Índice de Confianza del Consumidor cayó a un mínimo de 9 años de 79.0 en enero, frente a una cifra rectificada de 80.7 en diciembre.
El desempleo y el temor a la guerra menoscabó las perspectivas de los consumidores respecto a la economía en los próximos seis meses.
Si bien la confianza del consumidor ha disminuido en 7 de los últimos 8 meses, la caída de enero fue más moderada que el pronóstico de los analistas, de una lectura de 78.1.
Y, de hecho, la evaluación de los consumidores de su situación presente mejoró un poco en enero. El índice de la situación actual subió a 75.4 en enero, desde una lectura de 69.6 en diciembre.