NUEVA DELHI, INDIA.- Miles de indios, vestidos de luto y con la boca cubierta con una mordaza negra, marcharon ayer por las calles de Bombay, la capital comercial de India, en una protesta silenciosa contra el doble atentado del lunes, que dejó 52 muertos.
Alrededor de cinco mil manifestantes iniciaron su marcha desde el histórico monumento de la Puerta de India, escenario de uno de los ataques, hasta las oficinas del gobierno estatal para rendir homenaje a las víctimas, tanto hindúes como musulmanes, del doble atentado.
Pero también exigieron la renuncia del gobierno de la región circundante, el Estado Maharashtra, después de fallidos intentos de evitar una serie de recientes ataques con explosivos.
Muchos de los manifestantes llevaban la boca cubierta con una mordaza "que el pueblo ha perdido completamente el habla después de la respuesta sorda y ciega del gobierno del estado a las explosiones ocurridas en los últimos ocho meses".
La marcha de ayer en Bombay fue encabezada por el Partido Janata Bharatiya (PJB) del primer ministro indio Atal Behari Bajpayee y por otro partido hindú fuertemente nacionalista, el Shiv Sena.
Hasta ahora nadie se ha responsabilizado del atentado en Bombay, pero el gobierno cree que fue en venganza por los enfrentamientos entre hindúes y musulmanes ocurridos el año pasado en el vecino estado de Gujarat, que dejaron mil muertos, en su mayoría islámicos.
La policía india sospecha del proscrito Movimiento Islámico de Estudiantes de la India (SIMI, por sus siglas en inglés) y del grupo separatista Lashkar e-Toiba, con base en Pakistán.
Una investigación preliminar señala a ambos grupos debido al tipo de explosivos -gelatina- que han sido usadas en anteriores atentados, incluido el ocurrido en diciembre de 2001 contra la sede del Parlamento indio.