Una sola granja de Carolina del Norte, un Estado que se caracteriza por tener regulaciones muy laxas tiene constantemente en existencia algunos 20,000 cerdos. El olor nauseabundo que producen, y los cientos de miles de moscas que se reúnen en su rededor, han motivado a los vecinos a pedir a las autoridades sanitarias que sea retirada. Nunca han tenido respuesta. Y es que el puerco es una de las principales industrias de esa entidad. Recientemente, después de fuertes lluvias, cerca de 35 millones de galones de excrementos y orina salieron de los edificios donde tienen encerrados a los puercos e inundaron la laguna cercana y kilómetros de territorio.
La ola fétida se extendió por un área al triple de la que causó la mancha de petróleo del Exxon Valdez. Con eso nos podemos dar una idea de lo que aconteció. Después, la suciedad terminó en el Río Nuevo, acabando con todas las formas de vida acuática.
En algunos Estados como Mississipi, Kansas, Missouri, Minnesota, Tennessee y Oklahoma, los puercos producen cinco veces más excrementos que la población humana, y las autoridades sanitarias se muestran impotentes para encontrar la solución de darles un tratamiento higiénico. Y sorpréndase usted: hay algunas 32,000 granjas solamente en el Estado de Carolina del Norte, donde día y noche se sacrifican a los animales para su distribución nacional e internacional.