01/Marzo/2003
Guatemala (EFE).- La Organización del Mundo Maya (OMM) ha diseñado un ambicioso programa de desarrollo sostenible para fortalecer un corredor de atractivo turístico en México, Honduras, El Salvador, Belice y Guatemala.
El proyecto, para el que se necesita una inversión de 150 millones de dólares, busca contribuir al desarrollo social y económico de los cinco países que comparten el territorio ancestral de la civilización maya, a través de un circuito de turismo cultural, ecológico y de aventura.
Según el presidente de la OMM, el guatemalteco Luis Miranda, la propuesta del proyecto está basada en la biodiversidad, y en la herencia cultural y natural que existen en 500.000 kilómetros cuadrados de extensión en los que habitan cinco millones de descendientes de los mayas, divididos en 33 grupos lingüísticos.
La hondureña María del Rosario Cóbar explicó que la región tiene el potencial necesario para asistir a distintas clases de turismo y dijo hoy a EFE que el proyecto es sostenible con la llegada del 5 por ciento de los turistas que cada año visitan Cancún (México).
Cancún, según Cóbar, secretaria de la OMM, es visitada por 23,5 millones de turistas al año.
El circuito que se ofrece a los turistas, en autobús, se iniciaría en Chacchoben, en Quintana Roo (México), y luego atravesaría diversos sitios turísticos de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Cóbar comentó que el plan de inversiones diseñado para la implementación del programa incluye la restauración arqueológica, conservación ambiental y la participación de las comunidades en actividades productivas, de infraestructura turística y social.
El proyecto incluye restaurar diez sitios arqueológicos que se encuentran en diferentes comunidades del Mundo Maya, donde ya se han rescatado más de un centenar.
El plan supone también mejorar 165 kilómetros de carreteras, ejecutar cinco proyectos de agua y saneamiento, la mejora del suministro de electricidad, y la construcción de un muelle en Belice y de un aeródromo en Copán (Honduras).
El Mundo Maya, que entre 1997 y 2000 recibió 23,5 millones de turistas, posee 301 áreas protegidas y el segundo arrecife de coral más grande del mundo.
La riqueza en biodiversidad en la biosfera maya guatemalteca, el ecosistema y reserva tropical más grande de la región, está compuesta por 228 especies de aves, 19 de anfibios, 67 reptiles e innumerables especies vegetales, lo que combinado con la arqueológica, representa a más de 179 ciudades mayas.
Sin embargo, la riqueza es extraída de forma ilegal y el saqueo arqueológico genera una economía subterránea que alcanza los 10 millones de dólares anuales solo en el departamento norteño guatemalteco de Petén, considerado uno de lo últimos pulmones de América, fronterizo con México y Belice.
Pese a que el uso de los recursos no es sostenible, la explotación de los sitios arqueológicos y los paisajes tienen un amplio potencial para el desarrollo del turismo cultural y ecológico, apunta el proyecto.
En Quintana Roo se concentran atractivos culturales, en Belice el turismo de playa y arrecifes, en Honduras, Guatemala y El Salvador se explotan los recursos mayas como los yacimientos de Copán y Tikal y la Joya del Cerén, respectivamente.
El circuito turístico ofrece, además del contacto natural con la selva, flora y fauna, el conocimiento del contexto relacionado con la agricultura, la artesanía, la cerámica, los tejidos, actividades de kayak, paseos en bicicleta y motos, entre otros.
El objetivo del proyecto es preservar el medio ambiente y contrarrestar la deforestación, fortalecer la capacidad para la gestión de los recursos, facilitar el flujo de turistas y promover la diversificación de la economía local.
Los países miembros del Mundo Maya tienen previsto iniciar próximamente una campaña internacional con el fin de conseguir la donación de los 150 millones de dólares que se necesitan para el proyecto.