POR JORGE RODRÍGUEZ ESTRADA
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En el interior de un taxi una mujer fue atendida de parto luego que no pudo llegar a tiempo al hospital. La oportuna llegada de dos Guías de Turismo y Vialidad y la providencial intervención de una doctora que pasaba por el lugar, lograron que el alumbramiento llegara a feliz término.
Lo anterior ocurrió la mañana de ayer, poco antes de las 11:00 horas, cuando María del Socorro Silva Pérez, de 19 años de edad, salió de su domicilio ubicado en calle Mixtecas No. 2000 de la colonia Valle Oriente, rumbo al Hospital General de zona No 16 del Seguro social, donde tenía cita para un chequeo médico rutinario.
Por causas que no fueron explicadas, ella viajaba en el asiento trasero de un taxi de la línea Taxíme-tros número económico 152, mientras que su cónyuge, del cual no se proporcionó el nombre, iba en su auto en compañía de la hija mayor de ambos, que cuenta con tres años de edad.
La desgracia hizo que el vehículo en que iban la niña y su padre se descompusiera en el trayecto, por lo que al ver lo anterior, María del Socorro solicita al taxista que se detenga para esperar a su esposo, que pese a todos los intentos, no pudo echar a andar de nueva cuenta su vehículo.
Se adelanta el parto
Con las contracciones cada vez más fuertes, la joven mujer se dio cuenta que nunca llegaría a la clínica del IMSS, ya que en esos momentos se hallaban en medio del embotellamiento vehicular que se registraba en la desviación que existe en el bulevar Torreón-Matamoros por la construcción del Distribuidor Vial Revolución (DVR).
Al sentir que la “fuente” se le reventó, María del Socorro sabía que el parto se había adelantado y el alumbramiento era inminente, por lo que avisó a su pareja que en esos momentos volvería a ser papá. Estaban atrás del parque industrial Las Américas, a la altura de Lajat.
Solícito apoyo
Al darse cuenta que algo inusual ocurría en el interior del taxi, Lorena Dingler Pinedo y Esmeralda Basurto Arellano, Guías de Turismo y Vialidad, acudieron para ver lo que sucedía y al enterarse de la situación dieron aviso inmediato a su jefa de grupo, Selene García García.
Una vez notificada de la situación, Selene da instrucciones a sus subordinadas para que agilicen el tráfico que a esa hora se registraba en el sitio donde estaban asignadas, mientras ella se trasladaba a bordo de la unidad a su cargo No. 35522, con su compañera Karla Hernández Escobedo, para ver en qué podían ayudar.
Ayuda anónima
Al llegar al lugar, Selene y Karla se aprestaron a apoyar en todo cuando vieron que una mujer llevaba en brazos un recién nacido.
El providencial arribo de una doctora de apellido Vargas, vino a aliviar la tensa situación, por lo que puso en práctica sus conocimientos que dieron como resultado que el bebé naciera sano y salvo en medio de la carretera.
Minutos después hizo su arribo la Cruz Roja que de inmediato trasladó al recién nacido, que fue un varón y a su madre, a la clínica 16 del Seguro Social para que cortaran el cordón umbilical y les hicieran una evaluación del estado de salud de ambos, ya que el parto fue séptico, es decir en el lugar del alumbramiento no había la higiene necesaria, por lo que estuvieron expuestos a muchos contaminantes.
Burocratismo en el IMSS
En éste como en otros casos, imperó el burocratismo del Instituto Mexicano del Seguro Social, ya que la recepcionista que estaba en Tococirugía, se negó a darle servicio a María del Socorro, si no le mostraba su carnet de citas.
Selene García García, jefa de grupo de las Guías de Turismo y Vialidad, que acompañó a la madre y su bebé en la ambulancia de la Cruz Roja que las trasladó a la clínica 16 del Seguro Social, se cansó de decirle a la empleada de dicha institución que la mujer sí era derechohabiente.
La recepcionista respondió tajante pese a ver las condiciones en que llegó María del Socorro y su bebé: “Así no la podemos recibir”.
Una vez más la suerte que por momentos parecía que abandonaba al recién nacido, hizo su aparición cuando Karla Hernández Escobedo, la compañera de Selene, llegó con la pañalera en cuyo interior iba el solicitado carnet de citas.
Hasta después de verificar que sí era derechohabiente, fue entonces que recibieron a María del Socorro, cuyo anónimo marido se desapareció y todavía al filo de las 12:30 horas en que todo terminó, no había dado señales de vida en el hospital.
Gran experiencia
Entrevistada por el Siglo de Torreón, Selene García García calificó lo anterior como toda una experiencia y dijo que “empezamos con el pie derecho”.
“Mis compañeras y yo estamos muy contentas por el feliz acontecimiento, sobre todo porque todo llegó a buen término y tanto la mamá como su bebé están bien. Incluso algunas sugirieron que le pusieran Américo, porque nació atrás del parque industrial Las Américas”.
“Todo esto nos dejó un sabor de boca muy agradable que esperamos que con esto de alguna u otra forma la ciudadanía se entere que estamos para ayudar en cualquier situación que se presente y se nos quite el estigma de que no hacemos nada”, subrayó al concluir.