Su permanencia esta sujeta a la problemática del sector
México, (Notimex).- El surgimiento de las tecnologías de la información dio lugar a que también nacieran diferentes asociaciones que se han encargado de agrupar a las industrias que componen este sector, sin embargo la primera de ellas tiene más años de los que podrían pensarse.
En entrevista, representantes de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) destacaron la importancia de las cámaras y asociaciones, así como la forma en la que surgieron las primeras.
Raúl Lucido, vocero de la Anatel y director general de Ericsson México, recuerda, que la primera iniciativa empieza a mediados de los 30 cuando es creada la primera asociación de distribuidores de radio del Distrito Federal, que al aparecer la televisión se convierte en Asociación Nacional de Radio y Televisión A.C.
Posteriormente, abunda, en los 50 se cambia a Cámara Nacional de la Industria de Electrónica y de Comunicaciones Eléctricas (Caniece), que ya en los 90 cambia a Cámara Nacional de la Industria de Electrónica, Telecomunicaciones e Informática (Canieti).
Por su parte, Ana Cravioto, presidenta de la Amipci, indica que en el ámbito de las nuevas tecnologías, una de las primeras organizaciones fue la Asociación Mexicana de Códigos de Barra, aunque reconoce que son tantos los temas de las tecnologías que puede resultar complicado dar seguimiento a la realmente primera de ellas.
Lucido señala que posterior a ésta nace la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable (Canitec), mientras que ahora están la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de la Información (Amiti), y la más reciente es la Anatel, creada en junio pasado.
Refiere que "en un principio las asociaciones surgen porque había una ley federal de cámaras y confederaciones en la que era obligatorio que cualquier empresa estuviera afiliada a una cámara, norma que fue modificada hace unos seis años para hacer voluntaria para las empresas la afiliación.
Para Cravioto, el surgimiento de asociaciones se debe a una necesidad de autoconocerse como industria y de estar representados ante otras instituciones o ante el gobierno.
"Es una necesidad de autorregularse y estandarizarse, además se debe destacar que la unión de las fortalezas de las diferentes partes ayuda a impulsar de mejor manera el desarrollo de la industria específica", comenta Cravioto.
En ese sentido, Lucido considera que llega un momento en la vida de una industria en la que busca tener una mejor representatividad, como fue el caso de la Anatel, que al tener la Canieti la parte del sector de electrónica, de informática y de telecomunicaciones, sintieron que les hacía falta tener mayor representatividad.
"Por otra parte la industria de las telecomunicaciones ya ha crecido y se ha vuelto uno de los pilares de la industria de crecimiento económico en México y la que va a la cabeza, en la parte de tecnología e innovaciones", apunta Lucido.
Además, resalta, la contribución de las telecomunicaciones llega a casi un cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que consideraron que ya era conveniente tener una participación del sector de las telecomunicaciones y crearon la Anatel.
Detalla que el objetivo de las cámaras y asociaciones es buscar el desarrollo de las industrias que agremian, fomentar la calidad entre sus socios, así como tener representatividad ante el sistema legislativo del país para que sus sugerencias y peticiones sean escuchadas.
"En todas las asociaciones se aportan cuotas anuales, las cuales, dependiendo del nivel de facturación y basadas en una tabla, van desde cinco mil hasta 80 mil pesos, lo cual se usa básicamente para mantener la parte administrativa de la asociación, el tener un local físico, un administrador con asistentes, un sistema o página de Internet para tener accesible la información para todos y para la contabilidad entre otras cosas", explica Lucido.
Asegura que la existencia de este tipo de asociaciones le beneficia al país en la vida diaria, porque su objetivo es que haya una unión de representatividad y una comunión de intereses.
"Así todas las industrias tienen cosas en común, como por ejemplo la parte de los impuestos aprobados para la parte de telecomunicaciones, lo cual se analiza a través de asociación y se da una postura ante los acontecimientos que se vengan", enfatiza.
Al respecto, Cravioto expone que la existencia de asociaciones ayuda al crecimiento de la industria que representan, ya que se preocupan por su permanencia y desarrollo a largo plazo, y de ahí la autorregulación.
"Los agremiados se atienen a códigos de ética, impulsan programas educativos en torno a temas de su industria, participan en las consultas para reformas de ley y con lo anterior impulsan el desarrollo económico del país", añade.
Explica que el hecho de que exista un gran número de asociaciones diferentes para tantos aspectos que se deben tomar, hace que cada una de ellas sea más simple, "complejo sería manejar todos los temas en una misma mesa donde los intereses y las características específicas de industria son tan distintas", advierte.
Ante ello, Lucido agrega que una cámara va a nacer, vivir o morir en el momento en el que sea necesario, "si mañana no es necesario tener 30 cámaras o asociaciones sobre cualquier tema el mismo mercado, los mismos asociados se darán cuenta que ya no lo necesitan y se saldrán".
Ello, puntualiza, en función a la problemática que vive la industria, el país y el sector en el que están inmersos.