09 agosto 2003
Virginia, EU, (SUN-AEE).- Media docena de mexicanos que tienen hasta 12 años en la Armada de Estados Unidos adoptaron la ciudadanía estadounidense, en una ceremonia que puso de relieve la importancia que en este país se da a sus fuerzas armadas y la tradición migrante.
"Dar la bienvenida a nuevos inmigrantes es una de las cosas mas vitales que hacemos como nación", dijo Eduardo Aguirre, director de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración del Departamento de Seguridad Doméstica en una ceremonia televisada en directo por al menos una cadena de habla española.
El portaaviones "Theodore Roosevelt", el barco que en su cubierta despliega con orgullo el lema de "the big stick" (el gran garrote), fue el escenario para una ceremonia en la que este país premió los servicios de 220 inmigrantes de 50 países y con ellos, simbólicamente, los de más de 9 mil residentes extranjeros que prestan sus servicios en las fuerzas armadas estadounidenses.
Varios de los que recibieron la ciudadanía estadounidense participaron en las operaciones navales en el golfo Pérsico, tanto durante la acción contra Afganistán como en la intervención militar en Iraq. Un de los mexicanos, Luis Gaitán, lució la medalla a que su participación lo hizo acreedor.
El presidente George W. Bush firmó en julio pasado un decreto para acelerar los procesos de naturalización de los extranjeros enlistados en las fuerzas armadas estadounidenses, con beneficio inmediato para los que ya estaban el 11 de septiembre de 2001 y reglas distintas para los posteriores.
Sesenta de los nuevos ciudadanos son latinoamericanos y para muchos, como para los mexicanos, fue simplemente un acto de realismo, aunque para otros fue un nuevo dato en sentimientos contradictorios.