Arturo González González
TORREÓN, COAH.- Los negocios de lavado rápido de autos, conocidos comúnmente como Car Wash, están de moda. A pesar de que el concepto tiene poco más de una década en esta ciudad, la oferta se ha incrementado en los últimos tres años aunque, recientemente, debido a la pérdida de poder adquisitivo, algunos han tenido que cerrar. El principal recurso de estos centros es el agua.
Los propios gerentes y dueños de estos negocios afirman que utilizan agua reciclada, con lo que evitan el desperdicio de la misma. No obstante, Rodrigo Martínez Rangel, coordinador de la ONG En Defensa del Ambiente, manifiesta que el procedimiento que siguen estos centros para la reutilización del vital líquido no es del todo eficaz, por lo que gran parte de éste se pierde. Mientras las autoridades no se ponen de acuerdo en a quién corresponde la supervisión de estos centros Car Wash.
En la sección amarilla del directorio telefónico aparecen 20 centros de autolavado, pero el gerente de saneamiento del Simas, Martín Alcántara Iniesta, asegura que son 37.
El ambientalista Martínez Rangel explica que los sistemas de reciclaje, básicamente, consisten en una fosa de sedimentación de sólidos grandes y pasa a través de filtros que le quitan los olores y las sales minerales que sean de carga positiva o negativa, es decir, “son columnas de intercambio aniónico y catiónico las que se utilizan para así mandar el agua lo más blanda posible y que pueda ser utilizada por las máquinas sin que éstas se llenen de sarro”.
Por su parte, Raymundo Rodríguez, gerente técnico de la paramunicipal, establece que a partir de cuatro o cinco años a la fecha los autolavados se han modernizado para reciclar el agua, ya que “si no les sale muy caro”. De acuerdo a lo que informa, a estos negocios cada metro cúbico les cuesta 25 pesos y “consumen cerca de 60 mensuales”, es decir, dos metros cúbicos diarios.
Tal cantidad se debe, afirma, a que reciclan el líquido “cuatro o cinco veces y hasta que ya no les sirve, la tiran”.
Pero el coordinador de En defensa del ambiente, no opina lo mismo: “las plantas de reutilización de agua sí es una manera de hacer sustentable este negocio, pero no es 100 por ciento eficaz (ya que) nada más sirve para una vuelta del agua y en un momento determinado, pues hay un desperdicio, no es el 100 por ciento del agua la que se reutiliza, es un 65 ó 70 por ciento. Aunque el proceso sea químico no llega a ser del todo eficaz”.
¿Qué se necesita para alcanzar esa eficacia?
—Bueno, que sea una planta un poco más compleja, que quite todos los lodos y que deje el agua completamente limpia (...) Por otra parte, si no se le está dando un mantenimiento continuo, pues estas plantas se saturan y ya no funcionan adecuadamente.
¿Quién supervisa?
Raymundo Rodríguez explica que lo primero que tienen que hacer los que quieran instalar este tipo de negocios “es venir aquí a Simas y pedir una factibilidad”. Es decir que “dependiendo del lugar es donde se les puede permitir ponerse... en colonias donde tenemos ciertos problemas de abasto, obviamente no autorizamos”.
Sobre si existe una verificación de los procedimientos de reutilización responde, “lo primero que se fija es en el consumo del agua. Si se pasa del rango de la tarifa aplicada, obviamente su recicladora no está sirviendo y les aplicamos otra tarifa más cara”.
No obstante, reconoce que hay centros que aún no reciclan su principal recurso. “Como hay cuatro que lo hacen, hay diez o quince que no y desperdician muchísima agua”.
El gerente de saneamiento de Simas, Alcántara Iniesta, señala de la supervisión “estamos obligados a hacerla cada año” pero solamente en lo que se refiere a las descargas al drenaje.
Acerca de la supervisión de los procedimientos para reutilizar el agua, expresa que es a otra dependencia a la que le corresponde y que ellos se limitan a “hacer sugerencias”.
Sobre la cantidad promedio de líquido que se descarga en un autolavado, únicamente “checamos la calidad, de nada nos sirve ver el flujo, sólo en caso de una contaminación fuerte”.
Pero, tampoco la Dirección de Ecología parece tener facultades. Rodolfo Walss Aurioles, su titular, manifiesta que, en lo que respecta a los autolavados, a ellos les corresponde, únicamente, supervisar y atender “las descargas ajenas al drenaje”.
Al cuestionarle a Rodrigo Martínez de En Defensa del Ambiente si considera que la exigencia de las normas y dependencias gubernamentales es la necesaria, responde tajante: “nunca puede ser suficiente la Ley, porque, generalmente es letra muerta, si no se está vigilando, es decir, haciendo que se cumpla”. Más adelante señala que el personal con que cuentan las dependencias para esos efectos, es insuficiente, además de que cuestiona la capacitación del mismo.
Para Rodrigo Martínez es necesario “insistirle a la autoridad para que haga las inspecciones periódicas a esos autolavados”.