Las manifestaciones psicológicas normales en las personas son muy variadas y depende básicamente de la programación biológica heredada que se convierte en estructura y bioquímica cerebral que sustentan las formas espontáneas y típicas de reaccionar de cada quien, es común ver en los niños las manifestaciones observadas en los padres o en algún familiar cercano como manifestación de la fuerza de la herencia, el ambiente participa importantemente en la formación de la personalidad estimulando el desarrollo y función del cerebro en crecimiento pero también puede distorsionarlo o bloquearlo, las capacidades de lenguaje, pensamiento concreto y abstracto así como la estructuración de las emociones son estimuladas en la dirección programada o dañadas por el entorno, para que la estimulación sea eficiente debe adaptarse en forma particular a cada niño y darse en el momento en que el cerebro está preparado para aprovecharlo, el cerebro es un sistema dinámico que cambia en forma constante durante toda la vida provocando variaciones en la personalidad, los rasgos psicológicos aparecen, aumentan o disminuyen como efecto de la maduración neuronal, las nuevas conexiones, pérdida de uniones y los cambios en el número estructura y función de las neuronas, los cambios bioquímicos se producen también en forma constante participando en el funcionamiento cerebral, en la infancia el narcisismo es sano y ayuda a que el sentimiento de orgullo personal y seguridad se estructure, la crianza o educación debe tener como objetivo primordial el que el niño logre tener una sensación de seguridad y dignidad, es importante que se les haga sentir bien por el halago de sus capacidades y logros, no hacerlos sentir humillación por las limitaciones o fracasos que con frecuencia se califican en forma inadecuada siguiendo el modelo cultural del grupo pero que no toma suficientemente en cuenta la estructura heredada del niño, por otra parte no debemos olvidar que dicha programación biológica cristaliza a distintas edades en cada niño.
Por arriba de los 18 años y cuando la personalidad ha sido alterada por ambientes no adecuados es cuando se presenta el trastorno de la personalidad narcisista, se caracteriza por una sensación injustificada de superioridad ya sea social, moral, intelectual o física, las personas tienen la necesidad de ser admirados y en cambio perciben a los demás como inferiores, son poco sensibles a las emociones e intereses de los demás viviendo un egocentrismo enfermo, generalmente sienten envidia de las virtudes o logros de los demás teniendo la sensación de que los otros no son merecedores o que existe un error al no haberse notado las propias y superiores capacidades, creen que merecen reconocimientos y admiración en forma constante y al no recibirlos sienten frustración, ansiedad, tristeza e ira, estadísticamente la frecuencia del trastorno es del 1% de la población, los factores culturales pueden hacer que el diagnóstico se infravalore o exagere dependiendo de lo que cada grupo considere valioso, en algunos el manifestar orgullo personal es considerado narcisismo a pesar de que sea justificado y sano, en otros el no tener éxito o no hacerlo evidente puede ser considerado como rasgo de ?ser un perdedor?, es importante descartar la presencia de otras alteraciones de la personalidad como el histérico que tiende a llamar la atención pero para lograrlo acude a manifestar debilidad o tener el papel de víctima que el narcisista nunca buscaría, el paranoide es muy sensible a opiniones que no estén de acuerdo con la propia, llegan a creer que los demás tienen manifestaciones de hostilidad y confabulan contra el narcisista no tiene esas percepciones, el sociópata muestra desdén por las reglas sociales y pareciera tener la sensación de superioridad sin embargo se preocupa por los de su grupo o pandilla, el llamado psicópata no tiene emociones de solidaridad y no le afecta el sufrimiento de otros como con frecuencia le sucede al narcisista, pero el psicópata tampoco le importa la opinión de otros como le sucede en forma intensa al narcisista.
El trastorno narcisista de la personalidad provoca emociones dolorosas de ansiedad, depresión y frustración, causa desadaptación familiar, social y laboral, existe en realidad una personalidad frágil ya que su relativa seguridad depende de que los demás muestren admiración y respeto no justificados lo que es difícil que suceda aunque se logre con algunos miembros de su familia, estas personas buscan y fabrican esta respuesta en la pareja, hijos u otros familiares, cuando por algún motivo este apoyo se debilita el narcisista puede tener alteraciones y emociones intensas, el narcisismo es más frecuente en hombres que en mujeres.
El tratamiento es básicamente psicoterapia como en las demás alteraciones de la personalidad, la capacidad de autocrítica es importante para lograr avances en la disminución de los rasgos en base a una valoración más adecuada de la realidad global y personal, los ansiolíticos y antidepresivos son de utilidad para controlar la intensidad de las alteraciones emocionales aumentando con esto las posibilidades de la psicoterapia.
La fuerza psicológica puede verse como una sensación de auto valía alta lo cual es indispensable para lograr creatividad y libertad, pero ha de ser acorde con la realidad y respetando las demás personalidades con las que convivimos, la independencia respecto de la opinión de los demás es una característica de salud mental, pero el desprecio irracional corresponde a una personalidad mal estructurada y enferma.