Cabo Cañaveral (EEUU)(EFE).- La misión científica del transbordador "Columbia" se cumple sin contratiempos y se espera que puedan regresar a la Tierra en la fecha prevista, el 1 de febrero, informó la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).
La NASA informó hoy de que los siete tripulantes del "Columbia" y los tres astronautas que permanecen en la Estación Espacial Internacional se pueden observar mutuamente desde sus respectivas órbitas.
La misión científica del Columbia, que empezó el 16 de enero, estudiará el origen de los fenómenos eléctricos invisibles al ojo humano que se generan en la atmósfera, descubiertos hace más de una década y de los que se sabe muy poco.
Se busca conocer el origen y el mecanismo de los destellos eléctricos rojos que generan las tormentas que se desatan en la ionosfera y las formas circulares del mismo color que son capaces de emitir radiación a una distancia de 300 kilómetros de la superficie terrestre.
La misión, la primera de índole científica que lleva a cabo la NASA desde febrero de 2000, cuenta con la participación del israelí Ilán Ramón, el primer astronauta de esa nacionalidad que se incluye en una misión espacial.
Los citados fenómenos eléctricos fueron captados fotográficamente por primera vez desde el espacio, el pasado 19 de enero, por el astronauta Dave Brown, en la primera de las órbitas dedicadas a este estudio.
El comandante de la estación espacial, Kenneth Bowersox, mantuvo el lunes una comunicación por radio con los tripulantes del transbordador "Columbia" en momentos en los que esta última aeronave sobrevolaba Brasil, y la estación "Alfa" se encontraba sobre Ucrania.
La tripulación del "Columbia", que el domingo pasado presenció la Super Bowl del fútbol americano, también tuvo tiempo para felicitar, el lunes, al administrador de la NASA, Sean O'Keefe, por la celebración de su 47 cumpleaños.
Los astronautas del "Columbia" informaron de que la temperatura del laboratorio había vuelto a ser confortable después de efectuar reparaciones en un par de deshumificadores.
Una irregularidad no especificada en estos aparatos había contribuido al aumento de la temperatura a un nivel cercano a los 26 grados centígrados en el interior del laboratorio, explicó la NASA.