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Autor de célebres cuentos infantiles como "El Patito Feo", "La Sirenita", "Los Zapatos Rojos" y "La Niña de los Fósforos", con los que el arte de contar historias cobró una nueva dimensión, el escritor Hans Christian Andersen nació el dos de abril de 1805 en Dinamarca.
Hijo de un humilde zapatero y una lavandera de ropa, Hans recibió muy poca educación pero sí desarrolló un amplio cultivo de su imaginación, ya que su padre además de contarle historias fantásticas le enseñó a crear su propio teatro de títeres.
A la muerte de su progenitor, cuando Hans tenía apenas 11 años, el chico tuvo que empezar a trabajar para ayudar a su madre y tres años después se trasladó a Copenhage, la capital de su país, a fin de labrarse un futuro dentro del teatro.
Su poca aptitud para el género dramático no le impidió granjearse la ayuda de generosos protectores, circunstancia que le permitió completar sus estudios e iniciar una fecunda carrera literaria.
Autor de epigramas y poemas de corte patriótico, Hans cultivó también la novela, con obras de marcado carácter autobiográfico como "El Improvisador" (1835), "O.T." (1836) y "Sólo un Violinista" (1837), "El Mulato" (1840), así como la literatura de viajes.
Sin embargo, el reconocimiento universal del quehacer literario del escritor danés se debe a sus cuentos.
A una primera incursión en este terreno se debe "Cuentos para Contar a los Niños" (1835), al que siguieron nuevas colecciones que vieron la luz en 1843, 1847 y 1852 y que culminaron en "Nuevos Cuentos e Historias", publicados entre 1858 y 1872.
A decir de sus biógrafos, Hans buscó su inspiración en los cuentos populares y su éxito radicó en no pensar en los niños como únicos destinatarios de sus relatos, con lo que su obra alcanzó un perfecto equilibrio entre el mundo de la realidad y el de la fantasía.
Personajes de la vida cotidiana, héroes míticos, animales y objetos animados tomaban cuerpo en el marco de un relato de carácter impresionista, en el que no faltaban la ironía y el humor.
Aunque su carácter sensible e introspectivo despertó las burlas de sus colegas más jóvenes y el rechazo de varias mujeres a las que cortejó, Hans llegó a conocer a grandes literatos europeos como Charles Dickens y Víctor Hugo, y fue recibido por el rey de Dinamarca y la reina de Inglaterra.
Los más de 160 cuentos de Hans, que unas veces ponían de manifiesto una fe ciega en el triunfo de la bondad, eran en otras ocasiones el reflejo de la personalidad atormentada de su autor.
Así nacieron historias como "El Patito Feo", "El Traje Nuevo del Emperador", "El Valiente Soldadito de Plomo "La Sirenita", "La Familia Feliz" o "El Ruiseñor", entre muchos más.
El hombre que desde la literatura se ganó el corazón de los chicos de los dos últimos siglos murió el cuatro de agosto de 1875, dejando como legado una obra en la que lo maravilloso y lo cotidiano se funden con maestría aún inigualable.