31 octubre 2003
Los Angeles, EU (EFE).- La Naturaleza está ofreciendo un pequeño respiro en el devastador efecto de los incendios que desde el sábado están arrasando el sur de California y que ya le han costado la vida a 20 personas.
Una considerable disminución de las temperaturas, que han bajado hasta los 10 grados centígrados en zonas de montañas desde los 35 que se registraban a principios de semana, y la aparición de una tímida lluvia, así como de brisa marina en las zonas de la costa, se han convertido en el mejor aliado de los bomberos en este infierno. Como reconoció hoy Ray Snodgrass, en nombre del Departamento Forestal de California, las condiciones son "ese respiro" que tanto estaban esperando.
Aún así la situación en el sur de California sigue siendo crítica, con un ambiente de destrucción que incluye 2.600 hogares y aproximándose a las 800.000 las hectáreas consumidas por las llamas.
De los once fuegos que se extendían desde la frontera con México hasta el norte de Los Angeles a principios de semana, siete siguen ardiendo fuera de control en cuatro condados. Como añadió Snodgrass, el cambio en el clima está ayudando pero "está lejos de apagar los incendios".
A pesar de su continua labor, el trabajo de los bomberos tampoco ha logrado contener las llamas por el momento aunque como muchos prefieren decir, cada casa salvada del fuego es en sí misma una victoria.
"Tenemos 12.600 bomberos luchando en el sur de California. Están soportando lo peor de la madre Naturaleza y al hacerlo están representando lo mejor de California", afirmó el gobernador de este estado, Gray Davis, en una loa dirigida a todos los implicados en esta batalla contra los incendios.
Davis extendió también este reconocimiento a esos bomberos que han venido de otros estados o de Canadá, que ha enviado dos aviones cisterna. Además, en 48 horas, se espera la llegada de nuevos helicópteros ofrecidos por la Marina.
El gobernador electo, Arnold Schwarzenegger, también tuvo hoy palabras de agradecimiento para el cuerpo de bomberos que ha perdido a uno de sus miembros mientras combatía las llamas. "Admiro su dedicación, su fuerza y su valor, capaces de poner en peligro su propia vida para ayudar a los demás. Me descubro en su honor", afirmó el actor.
En medio de todas estas buenas palabras, la lucha continúa, en especial en el área montañosa del condado de San Bernardino donde los cálidos vientos de Santa Ana amenazan con soplar con fuerza una vez más. Como afirmó el bombero Brian Janey, la situación es similar a "intentar controlar el caos".
Schwarzenegger mencionó que al menos 14.000 personas siguen en los centros de evacuación en esta zona, a la espera de saber su futuro en un área conocida como uno de los pulmones de Los Angeles, donde los residentes acostumbran a disfrutar de los fines de semana junto al lago y en medio de la foresta.
En medio de la imagen de destrucción reinante, la solidaridad de los californianos ofreció otro momento de esperanza gracias a las colectas que ya han comenzado para ayudar a los que lo han perdido todo.
Durante toda la jornada la Cruz Roja situó un punto de recogida de donaciones en el famoso estadio del Rose Bowl en Los Angeles, donde se recaudaron 278.000 dólares.
Entre ellos contaron por igual los 100.000 dólares ofrecidos por la compañía eléctrica Edison o las tradicionales huchas "de cerdito" que los más pequeños trajeron a las mesas petitorias para entregar así sus pequeños ahorros.
Otra colecta también ha comenzado por California para proporcionar disfraces a todos los niños que llevan ya días en los centros de evacuación y que además de perder su hogar temen quedarse sin los festejos de la popular noche de Halloween.
"Lo que he podido ver aquí estos días es que California está unida", reafirmó Schwarzenegger.